Desde la entrada en vigor de la liberalización ferroviaria en 2020, la competencia introducida por los nuevos operadores Ouigo e Iryo ha generado un ahorro significativo de 431 millones de euros para los viajeros, aunque ha ocasionado que Renfe acumule pérdidas de 842 millones de euros en este período.
Según un estudio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el impacto de la competencia en las líneas de alta velocidad es en general positivo para la sociedad, alcanzando un beneficio global de 504 millones de euros. Este cálculo incluye el ahorro en billetes y los beneficios adicionales derivados de la reducción del uso de aviones y automóviles, lo que conlleva una disminución de la contaminación, las emisiones, los accidentes, la congestión y el ruido.
En 2024, el tren de alta velocidad transportó a 49 millones de pasajeros, un 42% más que en 2019, cuando Renfe era el único operador. Esta cifra se vio favorecida por casi un millón de usuarios que optaron por el tren en lugar del avión y otros 3,7 millones que decidieron no usar sus coches.
Adif, la entidad que administra las infraestructuras ferroviarias, reportó un incremento de 133 millones de euros en cánones por el mayor número de trenes en circulación. Sin embargo, Renfe enfrentó una transformación de sus finanzas, pasando de ganancias de 133 millones de euros en 2019 por la alta velocidad a pérdidas de 27 millones en 2024, a lo que se añaden las pérdidas de 31,5 millones de Iryo y 40,5 millones de Ouigo. En total, las pérdidas acumuladas por Renfe, Iryo y Ouigo ascienden a 1.203,5 millones de euros desde 2020.
La liberalización ferroviaria es un requisito de la Unión Europea para todos los estados miembros, aunque cada país avanza a un ritmo diferente. España es uno de los más avanzados en este aspecto después de Italia, con un 28% de las operaciones gestionadas por compañías distintas a la estatal, comparado con otros países como Francia, Alemania y Portugal.
El informe de la CNMC también destaca que en 2024, el 94% de los trenes llegaron a su destino con menos de 15 minutos de retraso. Sin embargo, se sugiere revisar el sistema de incentivos y establecer indicadores de puntualidad para mejorar aún más este aspecto competitivo del tren frente a otros medios de transporte.











