El Museo del Louvre, en París, ha decidido no abrir sus puertas este lunes después de que alrededor de 400 empleados respaldaran por unanimidad la convocatoria de una huelga. La protesta, promovida por los sindicatos CFDT y CGT, responde a «el deterioro de las condiciones de trabajo» y «la insuficiencia de recursos» que, según denuncian, sufre la institución.
De acuerdo con la información difundida por “BFM TV”, las organizaciones sindicales también han criticado la actitud de la dirección del museo, a la que acusan de mostrar desinterés hacia «las urgencias del edificio» y de no atender las necesidades más inmediatas de las instalaciones.
En un preaviso de huelga remitido el pasado 8 de diciembre a la ministra francesa de Cultura, Rachida Dati, las dos centrales sindicales ya advertían de la situación. En esa comunicación, subrayaban que «visitar el Louvre se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos», en referencia a las dificultades crecientes tanto para el público como para el personal.
La jornada de paro llega en un contexto especialmente delicado para el museo parisino. El próximo 19 de diciembre se cumplirán dos meses del célebre robo de joyas perpetrado en sus instalaciones, con un botín valorado en unos 88 millones de euros. Además, en noviembre el Louvre se vio obligado a clausurar una galería a causa de la antigüedad del edificio, y hace apenas dos semanas sufrió una fuga de agua que volvió a poner de manifiesto los problemas de mantenimiento que denuncian los trabajadores.











