Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha declarado que, aunque el objetivo de inflación se mantiene en el 2%, el banco está preparado para aceptar ‘pequeñas desviaciones’ de esta meta. Durante un evento de ‘MNI’, Guindos explicó que factores como la variabilidad en los precios de alimentos y energía pueden provocar fluctuaciones temporales en la inflación.
El vicepresidente, que también es exministro español de Economía, enfatizó que es crucial determinar si estas variaciones son permanentes o temporales, aunque considera que el BCE no se quedará corto en su objetivo, dado que los riesgos están ‘equilibrados’. Guindos remarcó que la política de estabilidad de precios no ha cambiado y sigue siendo del 2% ‘simétrico’ a medio plazo, descartando un retorno a políticas anteriores donde la inflación era consistentemente inferior al 2%.
En su última reunión, el BCE decidió mantener los tipos de interés en el 2%, decisión que fue tomada por unanimidad. Guindos subrayó la diversidad de opiniones dentro del Consejo de Gobierno, influenciadas por las distintas realidades nacionales, pero resaltó que ‘al final del día, la decisión y el proceso de toma de decisiones ha sido unánime en septiembre’.
Además, Guindos anticipó una tendencia ‘positiva’ en la inflación general y subyacente y pronosticó que el crecimiento económico se mantendrá ‘moderado’ durante el resto del año. En contraste, advirtió sobre un posible subestimación del mercado respecto a riesgos geopolíticos y económicos, lo que podría llevar a una ‘corrección súbita’ de los mercados.
Finalmente, destacó la presión fiscal en Estados Unidos y la necesidad de Europa de fortalecer su defensa, mencionando que Alemania tiene margen fiscal para impulsar la inversión en este sector sin comprometer su rol como ‘ancla de estabilidad fiscal’ en la UE. Respecto a las relaciones internacionales, calificó el acuerdo comercial con Donald Trump de ‘agridulce’ y expresó preocupación por un posible tratado entre Washington y Pekín que desvíe exportaciones chinas hacia Europa, intensificando la competencia con China, que tiene un perfil exportador similar al europeo.














