Massimo Motta, destacado profesor de Icrea-Universitat Pompeu Fabra (UPF) y de la Barcelona School of Economics, ha enfatizado en una reciente entrevista con Europa Press la vital influencia de la competencia en el aumento de la productividad y resiliencia de las corporaciones europeas.
«Si queremos que las empresas europeas tengan más productividad, más resiliencia, más escala, pues la receta no pasa por menos competencia. La receta pasa por mantener la competencia, o sea, asegurarse de que compitan, porque esa es la única manera en la cual tengan el incentivo de seguir invirtiendo e innovando», explicó Motta, quien ha sido ‘chief competition economist’ en la Comisión Europea y actualmente asesora a organismos internacionales de competencia.
Durante su participación en las Jornades Nacionals de Defensa de la Competència, organizadas por la Autoritat Catalana de la Competència (ACCO), Motta argumentó que la intervención de los gobiernos debería limitarse a situaciones de «externalidades, fallos de mercado».
En el contexto de la formación de ‘campeones europeos’ capaces de competir contra grandes firmas de Estados Unidos y China, Motta señaló que esto no debería influir en las políticas de competencia, sino ser parte de estrategias industriales.
«REGLAS IGUALES»
Motta también abordó el tema de las plataformas de servicios como transporte y alojamiento, indicando que es crucial incrementar la competencia en estos ámbitos. Aun así, resaltó la necesidad de aplicar «las reglas deberían ser las mismas para todo el mundo», asegurando una competencia equitativa entre todos los actores del mercado.
«Estamos hablando de Airbnb y los hoteles, o de Cabify y los taxis, yo creo que el marco regulatorio debe ser muy parecido y no es aceptable que los que ponen pisos en Airbnb no tengan que pagar impuestos o casi, mientras que los hoteles sí», agregó.
CONDICIONES DE LOS GOBIERNOS
Finalmente, Motta defendió que las leyes de competencia deberían permitir a los gobiernos endurecer, pero no suavizar, las condiciones impuestas por las autoridades de competencia. Enfatizó la importancia de focalizar en la protección de la competencia y la eficiencia económica, dejando otros criterios a cargo de diferentes organismos gubernamentales según cada país.
«Prefiero que tenga un objetivo, que es la protección de la competencia y eficiencia económica, que tenga solamente este objetivo. Y después será otro organismo, el Ministerio de Economía en algunos países, el gobierno en otros, que tome la responsabilidad política de decir, ‘no, pues esta decisión no me gusta, pues yo quiero también añadir esta condición'», concluyó.











