El Ministerio de Trabajo y Economía Social ha decidido finalizar las conversaciones tripartitas sobre la reforma de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, optando por avanzar únicamente con CCOO y UGT. Esta decisión se tomó tras calificar de «inasumible, incosecuente y de rémora» la conducta de la CEOE en estas discusiones.
El secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey, comunicó esta resolución a los medios después de la última sesión de esta mesa, que se ha prolongado durante cerca de 20 meses. «El Gobierno se siente profundamente decepcionado y tengo que expresarlo de esta manera. Es una gran desilusión por parte de nuestro equipo. En mi experiencia al frente de estas negociaciones, nunca había presenciado un comportamiento tan obstruccionista y desleal en el proceso», señaló Pérez Rey al describir la postura de la patronal.
«La patronal española parece querer extender las negociaciones hasta que el Gobierno actual deje el poder. No encuentro otro motivo para sus constantes excusas, especialmente cuando muchas de estas ya fueron aceptadas en la Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo con este Gobierno, solo para demorar la reforma y esperar un cambio de administración», explicó el secretario de Estado.
El viceministro enfatizó la necesidad de responder al trágico saldo de más de 800 muertes anuales en el ámbito laboral. «Esta actitud obstruccionista y desleal con el diálogo social no puede ser ignorada. El Gobierno no solo debe continuar, sino que debe gobernar y atender el grave problema que representa la siniestralidad laboral en España», añadió.
Finalmente, Pérez Rey anunció que el Ministerio negociará directamente con los sindicatos un proyecto ya bien encaminado, esperando que el acuerdo sea inminente. «Proseguiremos, dialogaremos con los sindicatos para acercarnos a un consenso y a una solución que atienda este grave drama que es la enfermedad, los accidentes y la mortalidad en el lugar de trabajo», concluyó.
«HABRÁ AMPLIACIÓN»










