El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha propuesto otorgar incentivos fiscales a las compañías que promuevan el uso del transporte público entre sus empleados para acudir a sus lugares de trabajo.
En un encuentro organizado por Executive Forum, la secretaria general de Movilidad Sostenible, Sara Hernández, ha mencionado esta iniciativa como una de las diversas estrategias que pueden adoptar las autoridades para disminuir los 14 millones de trayectos diarios en coches particulares con un solo ocupante que generan largos atascos.
Hernández ha explicado que aunque no es competencia directa del Ministerio, pueden ofrecer herramientas, recomendaciones y sugerencias. Además, recalcó que la nueva Ley de Movilidad Sostenible obliga a empresas de más de 200 empleados a desarrollar planes de movilidad sostenible.
La secretaria también ha propuesto negociar acuerdos comerciales con operadores de transporte público para establecer servicios especiales o incluso líneas regulares de transporte.
“También existen incentivos o propuestas para incentivar la transformación de las flota mediante la instalación de infraestructuras de recarga o incluso planteamientos de deslocalización de las empresas para aproximar los centros de trabajo a donde realmente están sus trabajadores”, ha añadido Hernández.
Además, la ley impone a las instituciones públicas y compañías medidas para minimizar los desplazamientos de empleados en horas punta y fomentar el uso de transportes de bajas o nulas emisiones en centros de más de 1.000 empleados en ciudades o áreas metropolitanas de más de 500.000 habitantes.
En un evento promovido por Confebús y GMV, se discutió la estructura del sistema de autobuses en España, basado en contratos concesionales. Hernández defendió que este modelo «no incumple ninguna normativa» y asegura una oferta de transporte público estable, sin fluctuaciones de precios por la demanda.
Por su parte, Rafael Barbadillo, presidente de Confebús, afirmó que en este sistema «cualquiera puede venir aquí a presentarse, licitar y operar en el mercado», refiriéndose a la competencia de empresas como FlixBus. “Frente a otros que vienen hablando de regulación y de lo que viene, al final ya se ha visto en otros mercados que es la selva y que no trae beneficios ni para los operadores, ni para el mercado, ni para los usuarios, ni para las administraciones, ni para nadie”, concluyó Barbadillo.











