NTT Data pronostica que para el año 2025, el impacto económico derivado del cibercrimen ascenderá a la cifra récord de 10,5 billones de dólares (9,05 billones de euros) anualmente, experimentando un incremento en los gastos de seguridad durante las temporadas de mayor actividad comercial, particularmente diciembre y enero, con un aumento del 40% en la inversión en medidas preventivas.
Comparando estas cifras con el cierre de 2024, se espera un aumento del 15% en los costes asociados a la ciberseguridad, siendo las infraestructuras críticas y los procesos altamente interconectados los sectores más afectados.
El informe ‘Tendencias y ciberamenazas’ del primer semestre de 2025 indica que Estados Unidos continúa liderando como el país más afectado por ciberataques, seguido por Israel e India, con un notable aumento del 32% en ataques de ‘ransomware’ a nivel mundial.
La inteligencia artificial ha fortalecido los delitos cibernéticos, especialmente en las técnicas de ‘phishing’ y ‘vishing’, que incluyen la clonación de voz y la creación de perfiles artificiales. Estos métodos se han vuelto particularmente efectivos en el engaño a víctimas en áreas como finanzas y recursos humanos.
NTT DATA ha identificado más de 7,7 millones de credenciales comprometidas en solo cinco meses, resaltando el aumento de la vulnerabilidad en las administraciones públicas, que han sufrido cerca del 40% de los ataques globales.
EL SECTOR LOGÍSTICO, ENTRE LOS MÁS AFECTADOS EN ESPAÑA
Aunque el sector educativo ha visto una reducción del 23% en incidentes, las universidades aún son objetivo prioritario debido a la naturaleza de sus datos. Sin embargo, es en el sector financiero donde se ha observado un aumento del 26,9% en los ataques, manteniéndose como uno de los más vulnerables.
En España, se ha registrado un incremento en los ataques de ‘phishing’ al sector logístico, con un creciente interés en las infraestructuras críticas del país.
PERSPECTIVAS PARA LA SEGUNDA MITAD DE 2025
Para los próximos meses, se espera que los ataques contra sistemas OT y sectores críticos como energía, transporte y manufactura se intensifiquen. La utilización de IA en estrategias ofensivas se proyecta en aumento, contribuyendo a fraudes más elaborados. Además, se anticipa que el ‘ransomware’ se expandirá a regiones en desarrollo, mientras las tensiones y conflictos internos entre grupos criminales podrían alcanzar un punto crítico en la evolución del cibercrimen.