Según una encuesta del Consejo General de Economistas (CGE) para el primer semestre de 2025, el 56,4% de los economistas anticipa que la situación económica de España podría deteriorarse en los siguientes seis meses, mientras que solo un 12,9% espera una mejora.
Preocupaciones y alertas estructurales
En la presentación del reporte, Miguel Vázquez Taín, presidente recién electo del CGE, destacó que «la incertidumbre gana protagonismo en todos los niveles, nacional, autonómico y provincial, con mayor incidencia a nivel nacional», agregando que el consumo podría retroceder. Además, subrayó que, aunque hay indicios de estabilidad, estos están «rodeados de alertas estructurales que sería necesario abordar más pronto que tarde» y que «los resultados más contundentes aparecen en las cuestiones coyunturales».
Aspectos críticos en política y economía
Vázquez Taín mencionó preocupaciones específicas como la política arancelaria de Estados Unidos, que inquieta al 72% de los economistas, y la propuesta de reducción de la jornada laboral, que «genera críticas de forma mayoritaria por su impacto en la productividad y en los resultados de las pymes».
«Parece que el mensaje que nos estaría trasladando el barómetro es claro, y es que existe una necesidad de adaptar las decisiones políticas a las realidades empresariales y laborales del país», comentó el presidente del CGE.
Reformas necesarias y perspectivas futuras
Salvador Marín, director del Servicio de Estudios del CGE, señaló que las expectativas de mejora en ahorro y empleo son frágiles y advirtió sobre la necesidad de implementar «medidas efectivas» para fomentar la productividad, en especial en pymes. «Además, la combinación de tensión arancelaria internacional, dudas sobre la adopción real de la Inteligencia Artificial y el coste de una posible reducción de jornada nos obliga a repensar las prioridades, donde se descarten los titulares inmediatos y se busquen reformas con impacto estructural, lo que agradecerá nuestra economía», agregó Marín.
El CGE destacó que el 54,3% de los economistas considera que la situación ha empeorado respecto al semestre anterior, con una disminución en aquellos que creen que la situación «sigue igual» y menos economistas percibiendo mejoras. En cuanto al desempleo, la entidad resaltó una visión ligeramente más optimista, con un aumento en los que prevén que el paro disminuirá y una reducción en los que anticipan un aumento.