El comité de empresa de Petronor, una subsidiaria de Repsol, ha expresado su consternación este viernes, acusando a la firma de no cumplir con los acuerdos pactados y de mantener un estado deplorable en las instalaciones de la refinería de Muskiz, Vizcaya. Ante esta situación, han advertido sobre posibles “medidas de presión” debido al malestar general de los trabajadores.
En el marco de una concentración frente a la refinería, los representantes de los empleados han declarado que las condiciones laborales han empeorado progresivamente, con una gestión cada vez menos comprensiva y más autoritaria. “La falta de negociación y el incumplimiento de los acuerdos alcanzados son el día a día en una empresa que proyecta una imagen al exterior que nada tiene que ver con la realidad que padecemos quienes la conocemos”, han enfatizado.
Asimismo, han criticado la conservación de las instalaciones, destacando la insuficiente inversión y un mantenimiento que prioriza la reducción de costes sobre la seguridad. “Un modelo que antepone el beneficio a la seguridad”, advierten. Además, han señalado un aumento en los accidentes graves y las emisiones de contaminantes que afectan tanto a empleados como al entorno.
El comité ha reprochado al Gobierno Vasco por su aparente indiferencia y ha denunciado que, mientras las horas extraordinarias se incrementan exponencialmente cada año, la dirección no implementa soluciones básicas como formación y nuevas contrataciones, a pesar de las promesas hechas. En este ambiente laboral tenso, la nueva dirección ha impuesto cambios significativos en las condiciones de trabajo, reduciendo derechos, según han reportado.
Ante la “agresión” sufrida y el creciente descontento, el comité de empresa ha convocado una asamblea de fábrica para el 24 de septiembre, donde se discutirán acciones contundentes como respuesta a los desafíos impuestos por la dirección.











