Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, ha admitido que la entidad que dirige enfrenta una ‘situación complicada’ debido a los riesgos ascendentes en la inflación y descendentes en el empleo.
‘Los riesgos inminentes para la inflación son crecientes mientras que los del empleo son decrecientes, lo que nos coloca en una situación compleja. Las amenazas en ambas direcciones implican que no existe un camino libre de riesgos’, declaró en un acto en Rhode Island.
Powell explicó que una reducción ‘demasiado agresiva’ en el costo del dinero podría impedir alcanzar el objetivo inflacionario del 2%, pero mantener tipos altos por largo tiempo podría perjudicar el empleo ‘innecesariamente’.
‘Cuando nuestros objetivos se contraponen de esta manera, nuestro marco nos obliga a buscar un equilibrio entre los dos extremos del mandato dual’, resumió.
El líder de la Fed describió la actual política monetaria como ‘moderadamente restrictiva’ y afirmó que está ‘bien posicionada’ para enfrentar posibles perturbaciones, especialmente con la ‘incertidumbre’ que rodea a la inflación.
Ha enfatizado la necesidad de mantener abiertas todas las opciones ya que los tipos de interés no siguen una ‘senda predeterminada’, ajustándose según los nuevos datos y el equilibrio de riesgos.
Powell ha destacado la capacidad de la economía estadounidense para adaptarse a las ‘sustanciales modificaciones’ introducidas durante la Administración Trump en áreas como comercio, migración, fiscalidad, regulación y geopolítica.
A pesar de ello, señaló que el crecimiento económico se ha moderado y la tasa de desempleo ha aumentado, aunque se mantenga baja. También indicó que la creación de empleo ha disminuido desde el verano y la inflación ha subido, aunque sigue siendo ‘algo elevada’.
Finalmente, Powell ha evaluado el impacto de los aranceles de Trump en el índice de precios del gasto de consumo personal (PCE) en tres o cuatro décimas, situándose en julio en el 2,6%. ‘No es un factor determinante, no genera una gran inflación, pero sí contribuye ligeramente, y la cuestión es si las empresas podrán eventualmente trasladar ese costo [a terceros]’, concluyó.











