Bernardo Villazán, vocal independiente del consejo de administración de Indra, ha renunciado a su posición en la comisión especial formada para abordar los conflictos de interés derivados de la potencial integración con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), según un anuncio hecho por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
‘El consejo de administración en esta misma fecha ha tomado razón de la dimisión presentada por Bernardo Villazán Gil por razones personales como miembro de la ‘Comisión Ad Hoc», comunicó Indra, que había revelado la estructura de esta comisión a finales de julio pasado.
Tras la salida de Villazán, la compañía ha decidido disminuir el número de integrantes de la comisión de cuatro a tres, quedando conformada ahora por Belén Amatriain, quien la preside, junto con Eva María Fernández y Josep Oriol Piña.
La necesidad de esta comisión surgió cuando Ángel Escribano, presidente de Indra desde enero y copropietario de EM&E junto a su hermano Javier Escribano, quien también es presidente de EM&E y miembro del consejo de administración de Indra, tomó posesión de su cargo. EM&E, que posee un 14.3% de Indra y es su segundo mayor accionista después del Gobierno a través de la SEPI, ha generado un evidente conflicto de interés en la potencial adquisición.
Esta posible fusión podría significar para Indra la incorporación de una empresa de armamento, área en la que ha mostrado interés y para la cual ha creado una división llamada Weapons & Ammunitions, recientemente reforzada con la adquisición del negocio de drones de Aertec. EM&E, por su parte, fabrica torretas para tanques y vehículos blindados, participando en el mercado junto a Indra en proyectos como Tess Defence.
El consejero delegado de Indra, José Vicente de los Mozos, ha manifestado que la fusión con EM&E aportaría un ‘valor añadido’ a Indra en su objetivo de liderar el sector de la defensa en España.














