Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha confirmado el jueves su compromiso de presentar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2026, cumpliendo así con su «obligación constitucional». Durante una intervención en Copenhague, donde participa en la VII reunión de la Comunidad Política Europea, Sánchez ha expresado su deseo de que estos presupuestos reciban el respaldo mayoritario del parlamento.
«Estamos en ello, no hay ninguna novedad en el sentido de que nosotros vamos a cumplir con nuestra obligación constitucional: los presentaremos y esperemos que sean unos mejores Presupuestos de los que tenemos», declaró Sánchez. Además, ha subrayado la importancia de trabajar con «mucha humildad, con mucha capacidad de diálogo, de negociación y de acuerdo», como ha sido habitual en su gestión.
De acuerdo con la Constitución, es requisito que el Gobierno someta al Congreso de los Diputados los PGE al menos tres meses antes de que finalicen los del año en curso. Hasta el momento, no se han aprobado ni el ‘techo de gasto’ ni la senda de estabilidad necesarios para iniciar la tramitación de los nuevos presupuestos. Sin embargo, se ha emitido una orden ministerial que inicia el proceso interno para que los ministerios preparen sus propuestas de gasto.
Fuentes gubernamentales sugieren que es posible que los presupuestos estén listos antes del 31 de diciembre, aunque reconocen que el tiempo es un factor en contra. Por otro lado, María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, espera aprobar próximamente la senda de estabilidad y el ‘techo de gasto’, aunque ha descartado que ocurra el próximo martes.
En otro orden de cosas, Sánchez ha resaltado el progreso económico de España, señalando que el PIB del país representa el 30% del crecimiento de la zona Europea. También ha destacado el aumento de afiliados a la Seguridad Social hasta casi 22 millones y la conversión de 4 millones de contratos precarios en fijos gracias a la reforma laboral. «España avanza, España lidera, y yo creo que eso es un éxito del país, también del Gobierno, y por supuesto de su política económica», concluyó.