Senasa, la entidad dedicada a los Servicios y Estudios para la Navegación Aérea y la Seguridad Aeronáutica, festeja los 30 años desde la inauguración de su Escuela de Control Aéreo, la cual ha visto pasar a más de 3.500 profesionales tanto nacionales como internacionales desde que la primera generación se graduara en 1995.
En este lapso, el ente perteneciente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha jugado un papel crucial en la capacitación de controladores aéreos en España y en otros países por medio de alianzas estratégicas.
Andrés Arranz, presidente y CEO de Senasa, enfatizó que «llegar a ser profesional del control aéreo es un proceso que exige una gran preparación técnica y psicológica».
«La Escuela de Control Aéreo de Senasa cuenta con la experiencia y un método formativo de calidad para sacar lo mejor de cada uno de los alumnos y alumnas que pasan por nuestras aulas, contribuyendo a que sean los profesionales mejor preparados para mantener la eficacia, eficiencia y seguridad en la prestación de servicios de navegación aérea», agregó.
El ámbito del control aéreo es intensamente tecnológico, lo que demanda una evolución constante en los sistemas de gestión. Senasa ha evolucionado con cada cambio tecnológico y operativo crucial para satisfacer las demandas formativas y profesionales del sector a lo largo del tiempo.
Desde los primeros simuladores de radar con pantallas de fósforo verde hasta los modernos simuladores de radar y torre 360º equipados con el sistema SACTA y capacidad para 54 puestos simultáneos, se ha avanzado significativamente. Estos permiten la simulación de diversos escenarios de aeródromos de manera realista y segura.
La Escuela de Control Aéreo destaca por su alto nivel de especialización y la diversidad en su oferta educativa, que va desde la Formación Inicial de Control Aéreo hasta cursos de refresco y emergencias. Además, se diseñan programas para el personal no operativo en áreas como inspección y administración.
Desde 1991, Senasa ha extendido su influencia en la formación aeronáutica, comenzando con la formación de pilotos y extendiéndose a los profesionales de control aéreo con la creación del Centro de Estudios Aeronáuticos y de Navegación Aérea (CEANA) en 1993. Con la firma de un convenio con Aena en el año 2000, se fortaleció la capacitación a medida que el tráfico aéreo crecía.
En 2010, se liberalizó la formación en el sector, llevando a Senasa a adaptar sus cursos a las nuevas necesidades y a la privatización de algunas torres de control. En 2013, la Escuela fue certificada como la primera para la evaluación de competencia lingüística mientras iniciaba su expansión internacional formando a profesionales de varios países.
A partir de 2016, con la creación de Enaire, Senasa comenzó a preparar profesionales que se integrarían a este nuevo proveedor de navegación aérea, dominando aproximadamente el 80% del mercado a pesar de la competencia del sector privatizado. La Escuela fue pionera en adoptar las pruebas FEAST para evaluar a futuros controladores, ampliando su oferta formativa para cubrir todas las habilitaciones de control aéreo.











