La próxima semana, el Gobierno de México, bajo la dirección de Claudia Sheinbaum, sostendrá encuentros ‘importantes’ con representantes de Estados Unidos para dialogar sobre la posible imposición de un arancel del 30% a las importaciones mexicanas a partir del 1 de noviembre, como ha indicado la presidenta mexicana en su conferencia de prensa diaria.
Sheinbaum ha sugerido que, de no lograrse los resultados esperados en estas reuniones, solicitarán ‘una llamada con el presidente Trump’ con el fin de evitar la aplicación de este impuesto antes de que finalice el periodo de gracia de 90 días acordado el pasado 31 de julio.
Además, se discutirá sobre la aplicación de un arancel del 25% a los camiones de carga medianos y pesados que también podría entrar en vigor el próximo 1 de noviembre si no se llega a un acuerdo antes de esa fecha.
La mandataria mexicana ha expresado optimismo respecto a las futuras negociaciones arancelarias debido a la ‘mucha comunicación’ existente entre los secretarios de comercio de ambos países. ‘Creemos que nos va a ir bien’, ha enfatizado Sheinbaum.
Actualmente, México enfrenta aranceles del 25% al fentanilo, automóviles, y un 50% al acero, aluminio y cobre exportados a Estados Unidos, a pesar de que el T-MEC protege gran parte de las exportaciones mexicanas, como ha recordado Sheinbaum, quien afirmó que ‘la mayor parte del tratado se está respetando’.
‘EL T-MEC ES LEY’
En cuanto a las negociaciones para extender el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá, Sheinbaum ha declarado que ‘el T-MEC es ley’ en los tres países ‘porque pasó por el Congreso’. Aunque ha mencionado la posibilidad de celebrar reuniones para revisar el acuerdo, aseguró que estas no afectarían el texto actual.
‘No tenemos ninguna información adicional de cómo se llevarán a cabo las revisiones’, comentó la presidenta. Por su parte, Trump ha considerado reemplazar este tratado por acuerdos bilaterales que beneficien más a Estados Unidos, aunque reconoció la importancia estratégica de México y Canadá como socios.