El Gobierno suizo ha ajustado sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2026, estableciéndolas en un 0,9% en comparación con el 1,2% que se había previsto anteriormente en junio. Este cambio se debe al efecto negativo anticipado por la imposición de un arancel adicional del 39% por parte de Estados Unidos desde agosto a las exportaciones suizas, siendo este el arancel más alto impuesto a un país europeo y uno de los más altos a nivel mundial.
“El aumento de los aranceles estadounidenses ha ensombrecido aún más las perspectivas de la economía suiza”, afirma el ejecutivo suizo, cuyo grupo de expertos en ciclos económicos anticipa un crecimiento económico “significativamente inferior a la media”, de 1,3% en 2025, que disminuirá al 0,9% en 2026.
El pronóstico se basa en la premisa de que los aranceles internacionales se mantendrán en los niveles actuales, reflejando las expectativas de un segundo semestre débil este año, donde la incertidumbre en torno al comercio internacional y la política económica sigue siendo alta y continúa condicionando las perspectivas de crecimiento tanto mundial como suizo.
“El actual entorno de política comercial presenta desafíos particulares para Suiza”, indican las autoridades suizas, cuyos productos destinados al mercado estadounidense están sujetos desde el pasado 7 de agosto a aranceles adicionales del 39%, en lugar del 10% anterior. “La mayoría de los demás socios comerciales de EEUU se enfrentan a aranceles más bajos, lo que coloca a los exportadores suizos en desventaja competitiva en el mercado estadounidense”, añaden, recordando también que el franco suizo se ha apreciado en los últimos meses.
Asimismo, el crecimiento más lento de la economía también estaría afectando al mercado laboral, lo que llevará la tasa de paro del país al 3,2% en 2026, frente al 2,9% de 2025, mientras que se espera que el crecimiento del empleo sea menor de lo previsto. De su lado, se proyecta una inflación del 0,2% en 2025 y del 0,5% en 2026, frente a las anteriores previsiones del 0,1% y 0,5%, respectivamente.
“Los aranceles adicionales suponen una pesada carga para los sectores afectados y las empresas exportadoras, con importantes repercusiones previstas en la economía en general”, subraya el Gobierno suizo, destacando la incertidumbre que rodea la trayectoria futura de la política económica y comercial internacional, especialmente a la luz de los aranceles sectoriales anunciados por EEUU y la UE, que ralentizarían aún más el comercio exterior.
Por el contrario, si Suiza llegara a un acuerdo con EEUU o si se flexibilizara la política comercial internacional, “se esperaría una evolución más favorable”, aunque advierte de que predominan los riesos a la baja y no se puede descartar un deterioro del entorno internacional.
En este sentido, además de los riesgos comerciales, el Gobierno advierte de que los mercados financieros siguen siendo vulnerables a correcciones significativas, mientras que se han intensificado los riesos relacionados con la deuda global, especialmente la deuda soberana, y persisten riesgos para los balances de las entidades financieras y vulnerabilidades en los mercados inmobiliarios.