La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para la Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, ha puesto el foco en la relevancia de la colaboración y la confianza entre supervisores y agentes del mercado para avanzar hacia “sistemas mucho más eficientes y resilientes”, capaces de detectar con claridad dónde existe margen de mejora.
Ribera se ha pronunciado en estos términos durante un ‘webinar’ dedicado a la financiación de la transición energética en el mercado ibérico de la electricidad, analizado desde la óptica de las compañías energéticas y de las entidades financieras público-privadas, una sesión organizada este lunes por el Consejo de Reguladores del Mercado Ibérico de Electricidad (Mibel).
En su intervención, ha remarcado que “hoy en día los reguladores desempeñan un papel fundamental” para garantizar el correcto desempeño del mercado de la energía.
La responsable comunitaria ha recalcado que los mercados deben operar con “transparencia, justicia y eficiencia en un momento particularmente importante”, coincidiendo con la transformación de los sistemas energéticos y la entrada “en la era de la electricidad”, tal y como la ha descrito la Agencia Internacional de la Energía. En este escenario, ha señalado, “por fin damos un paso adelante”.
Ribera ha insistido en que los sistemas energéticos “deben ser esencialmente electrificados allí donde es posible”, y ha defendido la urgencia de “buscar una solución que nos permita seguir siendo competitivos” a través del uso de energía limpia y descarbonizada producida en los propios territorios, reduciendo la exposición a importaciones con precios volátiles e impredecibles.
“Estamos viviendo una década que definirá el futuro energético de Europa, yo diría del mundo en su conjunto”, ha subrayado. A su entender, la capacidad para movilizar inversión, asegurar integración e impulsar la innovación “decidirá si verdaderamente somos capaces de construir algo que es competitivo y que es justo”.
Al mismo tiempo, ha alertado de que el actual contexto geopolítico y económico obliga a “pasar de una respuesta de emergencia a una transformación estructural que afecta prácticamente a todos los sectores de actividad”.
Inversiones de 570.000 millones de euros anuales hasta 2030
En cuanto a las necesidades de financiación, ha recordado que “la Unión Europea necesitará alrededor de 570.000 millones de euros al año hasta 2030” para sacar adelante proyectos de energías renovables, eficiencia energética y redes inteligentes.
Ha señalado que “los fondos públicos pueden orientar el rumbo”, pero ha incidido en que “es fundamentalmente el capital privado el que hará posible la escala necesaria”. Por ello, ha enfatizado que “la integración del mercado es clave”.
Ribera ha resaltado que el mercado interior de la electricidad de la UE ha permitido ahorrar “alrededor de 34.000 millones de euros al año gracias a los intercambios transfronterizos” y que “una mayor integración reduce costes, estabiliza precios y acelera el despliegue de las energías renovables”.
Igualmente, ha indicado que “los beneficios anuales pueden aumentar en alrededor de 10.000 millones de euros para el año 2030”, citando al Mibel como ejemplo de interconexión y cooperación entre Estados.
La vicepresidenta ha puesto el acento en la necesidad de contar con marcos regulatorios estables y claros para atraer capital privado. “La financiación transparente y predecible es esencial”, ha afirmado, destacando que instrumentos como “los contratos de compraventa de energía, los contratos por diferencias o los mercados a futuro” resultan determinantes para aportar certidumbre y señales de precios a largo plazo.
Al mismo tiempo, ha avisado de que “actualmente solo un 35% de la inversión necesaria en energía limpia está siendo materializada”, por lo que ha llamado a “generar esas oportunidades” y “facilitar esa inversión temprana”.
Evitar nuevos monopolios en la transición energética
En la recta final de su discurso, Ribera ha subrayado que iniciativas como Repower EU o Invest EU “muestran cómo los fondos públicos pueden multiplicar la inversión privada”. A su juicio, “la transición energética debe evitar nuevos monopolios, promover mercados justos y garantizar la protección a los consumidores y a los nuevos operadores”.
“Europa ganará la transición limpia no con modelos nacionales aislados, sino con una visión común”, ha rematado, antes de agradecer “a todos los que, con pasión e ilusión, han contribuido” a impulsar la integración energética a través del Mibel.
Las redes eléctricas, principal desafío para España, según Aelec
En el caso español, la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), Marina Serrano, ha señalado que el gran desafío del mercado eléctrico en estos momentos se sitúa en las redes de transporte y distribución y en “la falta de capacidad” de las mismas, un obstáculo que incide de lleno en la electrificación y en la industria que persigue descarbonizar su actividad.
En particular, la patronal que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP España ha advertido de que “las redes tienen su capacidad muy reducida y muy saturada”, lo que complica que nuevas demandas e instalaciones industriales puedan conectarse.
Sobre el marco regulatorio, Serrano ha indicado que las circulares en tramitación deben reforzar la señal de inversión “absolutamente necesaria” para acometer las actuaciones que exige el crecimiento de la demanda.
También ha puesto en valor el papel del almacenamiento, “una tecnología básica para el modelo de transición energética”, y ha reclamado la aprobación de los “mecanismos de capacidad” que permitan ofrecer señales de precio y reforzar la seguridad de suministro. “España necesita completar esa pieza” para lograr que la electrificación se consolide como la base de la descarbonización, ha concluido.











