Después del acuerdo arancelario con Estados Unidos, la Comisión Europea busca recuperar la iniciativa en materia comercial. Tras años de negociaciones, el Colegio de Comisarios da luz verde al texto final del tratado con Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Será remitido al Parlamento Europeo y al Consejo para su primera ratificación. Este llega cuando pasan casi nueve meses desde que se firmó el acuerdo entre la Unión Europea y el bloque sudamericano en Montevideo.
«Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas», manifestó entonces la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. La alianza comercial pretende eliminar gradualmente los aranceles sobre la mayoría de los productos intercambiados entre ambas potencias. Se trata de permitir una apertura comercial sobre sectores industriales y agroalimentarios.
En lo concreto, Mercosur liberalizará el 91% de sus importaciones y la UE el 92%. Se incluyen productos sensibles como la carne o cultivos. Eso sí, se establecerán cuotas y salvaguardias para proteger los mercados locales. Más estrictas serán las normas en materia de medio ambiente, derechos laborales o seguridad alimentaria mediante estándares para ambos bloques.
Una de las voces más críticas con el acuerdo durante las negociaciones ha sido la del presidente francés, Emmanuel Macron. En junio trató de impulsar “una solución adicional”. “Se trata de decir que necesitamos mecanismos que nos permitan proteger ciertos mercados agrícolas clave si se vieran completamente desestabilizados”, declaró. Si bien lo cierto es que estas salvaguardias, que aparecen entre lo anunciado, no serán vinculantes. «Hemos introducido salvaguardias fuertes. Hemos propuesto una red de seguridad para apoyar al sector agrícola. Vamos a trabajar con los Estados miembros«, declaró el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič.
Junto con el acuerdo del Mercosur, la Comisión también ha sacado adelante el texto de la actualización del tratado comercial con México. «Estamos ante un momento fundamental para nuestro futuro económico. Los acuerdos son instrumentos estratégicos que van a ayudar a aumentar el papel de la UE en la economía mundial», Šefčovič.
El camino que se abre
La Comisión pretendía lograr la ratificación preliminar antes de final de año, antes de lograr el aval individual de los 27 Estados miembros. Ahora, el texto llegará al Parlamento Europeo y al Consejo. Tras esto, deberán ser los parlamentos nacionales los que aprueben definitivamente el tratado.
Es el acuerdo de cooperación, que incluye cambios reglamentarios, lo que obliga a la Unión a contar con el apoyo expreso de los 27 parlamentos para que pueda prosperar. Así bien, el tratado comercial puede ser ratificado únicamente por las instituciones comunitarias para aplicarse en todo el territorio europeo.
Si uno o varios parlamentos nacionales se oponen al tratado político, dicho apartado no podrá entrar en vigor en el territorio comunitario, aunque se podría mantener la parte puramente comercial a nivel provisional, como explicó en diciembre un grupo de investigadores del Real Instituto Elcano.
Polonia ha sido una de las primeras en mostrar su rechazo hoy mismo al texto aprobado en el Colegio de Comisarios. Antes del anuncio oficial, Adrian Biernacki, representante permanente polaco ante la UE, ha expresado su descontento ante el tratado. “El acuerdo es muy desfavorable para los agricultores polacos”, ha sentenciado en un mensaje en su perfil de la red social «X».
Ya en 2019, la ratificación del acuerdo con Mercosur se encalló por la negativa de Francia, Polonia, Austria, Irlanda y, en menor medida, los Países Bajos e Italia. Como ahora, París denunció en su momento que el tratado podría suponer una competencia desleal para los agricultores y ganaderos. Junto con esto, la posición del por entonces presidente brasileño, Jair Bolsonaro, contra políticas relacionadas con el Pacto Verde generó recelos en Bruselas.
¿Quién gana y quién pierde?
Dentro del seno de la Unión, los países que más se pueden beneficiar del tratado con el bloque sudamericano son Alemania, España, Italia y los Países Bajos. Entre los menos beneficiados: Chipre, Malta y Letonia.
España gana con el acuerdo a costa de los sectores agroalimentario y vitivinícola. Productos como el aceite de oliva, vinos, quesos, frutas o porcino tendrán acceso preferencial al nuevo acuerdo. Será relevante también para sus exportaciones industriales, maquinaria y textiles.
Por su parte, Alemania obtendrá ventajas para la industria del automóvil, maquinaria, productos químicos y farmacéuticos, que hasta ahora tenían aranceles elevados en este mercado.
Ganan | Pierden |
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Alemania: Automoción, maquinaria, química, farmacéutica | Francia: Agricultura, ganadería, carne, azúcar |
España: Agroalimentario, vino, aceite, porcino | Polonia: Agricultura, ganadería |
Italia: Bienes de equipo, moda, calzado | Hungría: Agricultura |
Países Bajos: Logística, maquinaria, agroalimentario | República Checa: Agricultura |
Suecia: Tecnología, farmacéutica, maquinaria | Rumanía: Agricultura, ganadería |
Bélgica: Productos químicos, servicios, logística | Bulgaria: Agricultura |
Dinamarca: Tecnología, agroalimentario | Eslovaquia: Agricultura |
Finlandia: Tecnología, maquinaria | Croacia: Agricultura |
Irlanda: Tecnología, farmacéutica | Eslovenia: Agricultura |
Portugal: Agroalimentario, maquinaria | Letonia: Agricultura |
Austria: Manufactura, tecnología, servicios | Lituania: Agricultura |
Grecia: Agroalimentario, turismo | Estonia: Agricultura |
Luxemburgo: Servicios financieros, comercio | |
Malta: Servicios, tecnología | |
Chipre: Servicios, turismo |
La Comisión estima que el acuerdo puede llegar a aumentar el acuerdo comercial bilateral en un 37%. Esto puede llegar a suponer un crecimiento aproximado del PIB del 3% para el Mercosur y del 0,1% para la Unión Europea.
Lo que se incluye es la eliminación de los aranceles durante un período de 10 años. Junto con esto, se ha apostado por simplificar los trámites aduaneros, armonizar las normas técnicas, sanitarias y fitosanitarias con los estándares de calidad europeos. Esto puede provocar que el ahorro anual en aranceles para exportadores europeos sea de alrededor de 4.000 millones de euros.
Al mismo tiempo, el acuerdo facilitará un avance significativo en el acceso a los mercados de contratación pública de Mercosur en condiciones de igualdad con las empresas locales. Resulta especialmente importante si se considera la limitada apertura que históricamente han tenido dichos mercados y el hecho de que los países del Mercosur no forman parte del acuerdo de la OMC sobre contratación pública.
“Va a crear miles de oportunidades de exportación y va a ayudar al crecimiento económico. Los acuerdos son un ejemplo del compromiso europeo de crear alianzas que beneficien a ambas partes”, ha afirmado la alta representante, Kaja Kallas, tras la reunión del Colegio de Comisarios.