Las sillas empiezan a moverse en los puestos de dirección de los principales organismos financieros de la Unión Europea y en ese baile España quiere ganar relevancia. «Hay varios procesos que se van a abrir en los próximos meses y en ese marco estamos haciendo el análisis. Tenemos que trabajar para conseguir una representación destacada«, expresó el titular de Economía del Gobierno, Carlos Cuerpo, a su salida el lunes de la reunión de los ministros europeos de Comercio. Sobre la mesa: el Eurogrupo, el Banco Central Europeo o la Autoridad Bancaria Europea.
Tras la dimisión de Paschal Donohoe como presidente del Eurogrupo, una nueva ventana de oportunidades se abrió para el ministro español. Cuerpo ya se había presentado hace apenas unos meses a dicho cargo. Sin embargo, «después de unos días de ‘intensos’ esfuerzos obteniendo ‘numerosos apoyos’ de sus homólogos», según explicaron fuentes de Economía, decidió retirar su candidatura al constatar que no alcanzaba «la mayoría necesaria para garantizar el éxito de la propuesta».
En cualquier caso, Cuerpo tendría hasta el viernes para presentar su candidatura. Algo sobre lo que desde el Ministerio no se atreven a elucubrar. En su momento expresó que la decisión de dar dicho paso estaba vinculada a «dar impulso renovado a una institución que debe jugar un papel clave en la agenda política europea y lograr resultados tangibles en materia de crecimiento, competitividad, estado de bienestar e integración».
Se decide en Madrid
Ahora, en Economía trabajan en una «visión conjunta para mantener una representación como nos corresponde». Fuentes cercanas al ministro, a las que ha tenido acceso Demócrata, explican que a la hora de tomar una decisión sobre el Eurogrupo hay que tener en cuenta diversos «equilibrios» tales como la nacionalidad o la familia política. Todo ello sin perder de vista las renovaciones en los consejos de gobernanza del resto de instituciones. Por este motivo, valoran la forma de situar a España al frente de las carteras de mayor peso.
Al ser cuestionado Cuerpo sobre la posibilidad de que el fiasco en la última negociación lastrase la actual, respondió con un: «los elementos personales siempre quedan en último lugar.»

El Banco Central Europeo
El relevo más inminente es el de Luis de Guindos, ya que su mandato como vicepresidente del Banco Central Europeo termina a finales de mayo de 2026. Lo hará tras ocho años de trabajo y con la imposibilidad de presentarse a la reelección.
Cuando la presidenta Christine Lagarde comunique oficialmente el fin de su etapa, se abrirá el proceso de candidaturas. Ahí, los Estados pueden proponer candidatos. El Consejo de la Unión realiza, entonces, una recomendación oficial al Consejo Europeo tras haber consultado previamente tanto al Parlamento como al Consejo de Gobierno del BCE.
Es habitual que el Parlamento Europeo organice una audiencia pública con los candidatos. Finalmente, el nombramiento lo realizan los jefes de Estado o de Gobierno de los Veintisiete por mayoría cualificada. En el Ministerio explican que no es habitual que durante el proceso prospere un perfil de la misma nacionalidad que el antecesor en el cargo. Por ello, esto podría suponer una pista de los planes con los que el equipo de Cuerpo trabaja.
La otra puerta abierta es la de la propia presidencia del Banco Central Europeo. Lagarde concluirá su etapa al frente de la institución en octubre de 2027, después de ostentar dicha responsabilidad desde 2019. El proceso de elección es exactamente el mismo que el de su vicepresidente. Hasta la fecha, ningún español ha presidido el organismo.
Más allá de estos puestos, el Comité Ejecutivo del Banco está compuesto por otros cuatro miembros adicionales, entre ellos el economista jefe. Se encargan de poner en práctica la política monetaria decidida por el Consejo de Gobierno, impartiendo instrucciones a los bancos centrales nacionales de la zona euro.

La vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante un encuentro con representantes de entidades financieras y asociaciones de usuarios para analizar la aplicación del Código de Buenas Prácticas bancario, en la sede del Ministerio, a 9 de marzo de 2023, en Madrid (España).
Gabriel Luengas / Europa Press
En Bruselas ya hay voces que hablan de la figura de Pablo Hernández de Cos para un futuro proceso de elección a la presidencia de la institución. Entre 2018 y 2024 lideró el Banco de España. Durante su mandato, también fue miembro del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) y presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea entre 2019 y 2024. Además, ha desempeñado roles clave en organismos internacionales como el Banco de Pagos Internacionales (BPI).
Su candidatura podría representar una oportunidad para diversificar geográficamente la presidencia del Banco. ¿Lo arriesgado de la decisión? En cualquier caso, es un proceso que no se abriría hasta dentro de casi dos años. Por lo que, una marcha atrás en la candidatura de Cuerpo a presidir el Eurogrupo ahora no estaría del todo reciente en la mente de los Veintisiete a la hora de buscar el sucesor de Lagarde.
Calviño, garantizada
Actualmente, España cuenta con la presidencia del Banco Europeo de Inversiones, dirigido por la ex vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño. El objetivo de la institución es apoyar el desarrollo equilibrado, la integración y la cohesión económica y social en el continente.
Así, financia proyectos a largo plazo en sectores diversos como infraestructuras, medio ambiente, innovación, y pequeñas y medianas empresas, especialmente en regiones más atrasadas o que requieren modernización. Sumado a esto, ofrece préstamos en condiciones favorables financiándose principalmente en los mercados de capital sin utilizar fondos del presupuesto europeo. El mandato de Calviño podría extenderse hasta doce años.
A lo que parece haber renunciado el país es a la carrera por dirigir de nuevo el Banco Europeo de Supervisión (EBA, European Banking Authority). José Manuel Campa, hasta hace unos meses su presidente, dimitió por “motivos personales y familiares”.
“El presidente de la EBA será elegido basándose en sus habilidades, competencias, conocimiento del sector financiero y experiencia en supervisión y regulación, mediante un procedimiento de selección transparente”, detalló la EBA en un comunicado. François-Louis Michaud es el actual director ejecutivo y ha sido reelegido para un segundo mandato hasta agosto de 2030.











