PP y Vox han pedido este jueves que el Parlamento Vasco manifiesta su «rechazo inequívoco a las malas praxis políticas que, a través del clientelismo político y las puertas giratorias, pretenden poner al conjunto de las administraciones vascas al servicio de los intereses de determinadas siglas políticas» y que muestre «su compromiso con la vocación de servicio público que siempre debe regir la labor de las instituciones».
La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha llevado al pleno de la Cámara vasca una moción que también pedía la creación de una «Oficina de Conflicto de Intereses como órgano de funcionamiento independiente, adscrita al Parlamento Vasco», dirigida a «velar por la integridad, la transparencia y la ética pública mediante el impulso legislativo, la supervisión y resolución de conflictos de intereses e incompatibilidades de altos cargos públicos vascos».
Martínez ha defendido que es necesaria «una nueva cultura pública donde la honestidad no sea la excepción sino la norma, donde los servidores públicos entiendan que están al servicio del interés general y donde cada uno de nosotros desde nuestro propio compromiso practiquemos la integridad como forma de vida».
«La limpieza ética no es solo una exigencia dirigida a los responsables públicos sino también una responsabilidad compartida. No habrá gobiernos honestos ni instituciones limpias sin una sociedad comprometida. La corrupción, por tanto, no es solo cuestión de políticos, su combate requiere del compromiso y el trabajo honesto de funcionarios públicos, de empresarios y también de los medios de comunicación», ha defendido.
Martínez ha denunciado que «a lo largo de más de 40 años, el PNV al alimón con el PSE, han construido un verdadero régimen político a su imagen y semejanza» con «una administración pública trufada de personal afín a los colocados en puestos claves que garanticen los propósitos de quien les gobierna» y «una policía conformada, por ejemplo, por grandes profesionales pero amordazada por sus dirigentes políticos y sin apenas herramientas para combatir la corrupción».
La única parlamentaria de la Cámara que ha participado en el debate ha sido Ainhoa Domaica (PP) quien ha defendido que la iniciativa de Vox «es muy oportuna en el día de hoy» y está «de rabiosa actualidad por todo lo que estamos viviendo desgraciadamente en los últimos tiempos, y que a todos nos escandaliza».
«Desde nuestro grupo político no tenemos ningún problema en suscribir este rechazo absoluto y condena a todo aquel que pretende utilizar las instituciones públicas en beneficio de sus islas políticas y, por lo tanto, en perjuicio de los ciudadanos vascos», ha explicado.