La eurodiputada del Partido Popular Elena Nevado ha urgido este martes a que se cumplan los plazos previstos para la finalización de la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa para el año 2030, conforme a lo marcado por la Red Transeuropea de Transporte (TEN-T). Nevado ha manifestado su preocupación tras el anuncio de un nuevo calendario por parte de la Comisión Europea, que podría postergar la culminación de esta conexión hasta 2034, y ha subrayado que esto “no puede servir de excusa para nuevos retrasos”.
El nuevo plan, que sigue considerando al Corredor Atlántico como prioritario, sugiere que el segmento transfronterizo de Badajoz a Caia, en Portugal, podría no estar terminado hasta 2034 debido a inconvenientes financieros y de ejecución. Ante estos desafíos, Nevado ha declarado que es momento de que “España y Portugal aseguren que el tren no solo llegue a tiempo, sino que además no deje a Extremadura en desventaja”.
De acuerdo con las directrices europeas, España debe entregar un informe anual detallando los progresos en la realización del proyecto. En este contexto, Nevado ha cuestionado la capacidad del gobierno de Pedro Sánchez para cumplir con estos requerimientos, dado los retos presupuestarios actuales y el próximo fin de los fondos Next Generation en agosto del próximo año, y ha exigido “TRANSPARENCIA Y AVANCES CONCRETOS”.
La eurodiputada ha pedido al Gobierno español que intensifique la ejecución de los tramos nacionales, especialmente entre Talayuela y Madrid, y que exija a Portugal que cumpla con los compromisos adquiridos. Además, ha hecho un llamado a que se proporcionen informes detallados sobre el estado actual de las obras y los plazos comprometidos. Nevado ha enfatizado la necesidad de “claridad, coordinación y resultados”, ya que, según la Comisión Europea, en 2030 solo se ofrecerá un servicio provisional de cinco horas entre las dos capitales, y el trayecto de tres horas se pospondrá hasta 2034.
Finalmente, Nevado ha reiterado que la alta velocidad Madrid-Lisboa no solo es crucial para la cohesión territorial y la competitividad del suroeste ibérico, sino también para que Extremadura pueda atraer inversiones y competir en igualdad de condiciones, resolviendo así una “deuda histórica de hace dos décadas”.