La Asamblea de Extremadura, con el respaldo unánime de todos los grupos parlamentarios, ha dado luz verde a una iniciativa del Grupo Socialista que solicita a la Junta la creación y puesta en marcha de la figura del asistente personal. Este profesional prestaría apoyo a individuos con discapacidades o en situación de dependencia, facilitando su autonomía y participación en actividades cotidianas.
La propuesta destaca la importancia de la inclusión social, permitiendo que todas las personas participen activamente en la comunidad, con pleno goce de derechos y libertades y obteniendo reconocimiento y respeto. Se enfatiza que el modo y lugar en el que se brindan los cuidados a las personas con discapacidad o dependencia reconocida es determinante para su inclusión social.
«Es una persona que se pone a disposición de otra para permitir su plena participación en la sociedad en igualdad de condiciones con el resto de ciudadanos», declaró Nayara Basilio, diputada socialista. Además, mencionó que, aunque esta figura está contemplada en las legislaciones de dependencia tanto nacionales como autonómicas, su implementación aún es insuficiente, ya que menos del 1% de las prestaciones de dependencia reconocidas en España son por asistencia personal, según datos del Imserso.
«Ustedes no están haciendo nada», criticó Basilio, señalando la falta de avances en Extremadura hacia un modelo de cuidados centrados en la persona. Por otro lado, la diputada del PP, Teresa Tortonda, aunque apoyó la iniciativa, criticó la exposición de los socialistas y subrayó la necesidad de financiamiento estatal adecuado.
Javier Bravo Arrobas, de Vox, apoyó la medida por considerarla una cuestión de «justicia social» para las personas mayores y con discapacidad. José Antonio González Frutos, de Unidas por Extremadura, también respaldó la propuesta, aunque lamentó que aún se debata sobre aspectos ya planteados en la Ley de Dependencia de 2006, afectada por políticas de austeridad.















