Alberto Pazos, portavoz parlamentario del PPdeG, ha desmentido que su partido practique el ‘negacionismo’ ante la violencia machista, argumentando que es, de hecho, la oposición quien ‘niega’ los ‘problemas reales’ que enfrentan las víctimas de este tipo de violencia.
En el marco del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la mujer, Pazos respondió a las acusaciones de negacionismo por parte de PSdeG y BNG, asegurando que ‘en absoluto’ se siente aludido y reafirmó su ‘preocupación por el negacionismo’.
‘El negacionismo, efectivamente, es uno de los problemas más preocupantes en relación a este tema’, afirmó, criticando a quienes minimizaron los efectos de la ley del ‘solo sí es sí’ en cuanto a rebajas de condenas y excarcelaciones de agresores sexuales, lo cual lamentablemente ocurrió.
Pazos también expresó su preocupación por el ‘negacionismo’ de aquellos que habían ‘negado los problemas relacionados con los sistemas de protección a las víctimas’, problemas que posteriormente se manifestaron. ‘A mí me parece que es un negacionismo preocupante, como cualquier otro’, declaró.
En contraposición, destacó que se siente afortunado de pertenecer a ‘un partido que no es para nada negacionista’ y que se compromete a ‘combatir todo este tipo de manifestaciones que niegan los problemas reales que sufren las víctimas de la violencia de género’.
BNG y PSdeG ADVIERTEN SOBRE LOS PELIGROS DEL NEGACIONISMO
En declaraciones tras la reunión de la Xunta de Portavoces, Olalla Rodil, viceportavoz parlamentaria del BNG, instó a la movilización contra lo que describió como una ‘ola reaccionaria y machista’ que emerge de la derecha y ultraderecha, cuestionando la discriminación por sexo y la violencia hacia las mujeres.
‘Esa es una forma más de violentarnos y de poner en cuestión nuestro derecho fundamental a tener una vida libre’, concluyó Rodil.
Por su parte, Elena Espinosa, viceportavoz parlamentaria del PSdeG, advirtió que el ‘negacionismo mata’ y que minimizar la violencia machista ‘está dejando más solas a las víctimas y dándole aire a los agresores’. Espinosa subrayó que la violencia machista ‘es real, está aquí, y no desaparece cambiándole el nombre’, además de demandar un compromiso firme de las instituciones contra los discursos que retroceden en derechos y protección.









