En una reciente sesión plenaria del Parlament, se ha dado luz verde a una propuesta de Vox, con el respaldo del PP, que solicita la firma de acuerdos para repatriar a menores migrantes con sus familias en sus países de origen. Durante el debate, Manuela Cañadas, portavoz de Vox, enfatizó la necesidad de priorizar la “misericordia y amparo para los de aquí y, si sobra, para los de fuera”, subrayando la preocupación por la seguridad nacional al mencionar que “se cuelan terroristas” a través de las fronteras.
Cañadas criticó la gestión de los menores en centros de acogida, describiéndolos como lugares plagados de violencia, abusos y drogadicción. Reclamó una política centrada en el retorno de los menores y lamentó la falta de recursos para las pensiones, contrastando con los fondos destinados a inmigrantes ilegales.
Desde el PP, el diputado Pedro Álvarez respaldó la proposición basándose en la legislación y el interés superior del menor, sugiriendo que la acogida debería ser responsabilidad de los servicios sociales en los países de origen de los menores, salvo como última opción.
La diputada del PSIB, Teresa Suárez, y Marta Carrió de MÉS per Mallorca, criticaron la postura de Vox, destacando el cinismo y la creación de un ambiente de miedo e intolerancia. José María García de Unidas Podemos, por su parte, señaló la falta de empatía y misericordia en el enfoque de Vox.
En su defensa, Cañadas reiteró que la prioridad debe ser “misericordia primero para los de aquí y luego, si sobra, para los de fuera”, y rechazó acusaciones de racismo afirmando que los derechos deben ser primero para los ciudadanos españoles.










