El Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo ha introducido 230 enmiendas a la propuesta de la Comisión Especial de Vivienda, que incluyen limitaciones a la adquisición de viviendas por parte de extranjeros no residentes, con el objetivo de asegurar la protección de los ciudadanos residentes.
Estas enmiendas buscan modificar un informe que consideraban enfocado demasiado en el mercado, promoviendo que el acceso a un hogar digno y económico sea reconocido como un derecho fundamental para todos los europeos, según declaraciones del grupo en un comunicado de prensa.
Los socialistas expresaron la necesidad de ajustar un documento que, a su juicio, ignoraba las preocupaciones de los ciudadanos, especialmente de los más vulnerables y de los jóvenes, y favorecía la especulación inmobiliaria.
Criticaron que para el Partido Popular Europeo (PPE), la vivienda represente un mero negocio, mientras que ellos enfatizan su valor como derecho esencial. Destacaron la propuesta de crear zonas europeas de mercado de vivienda tensionadas, un concepto inspirado en modelos exitosos de países como España.
Según la eurodiputada Alícia Homs, esta medida permitiría identificar áreas con problemas de acceso a vivienda asequible y dirigir políticas y fondos específicos para resolver estos problemas, defendiendo el derecho de los residentes a permanecer en sus comunidades.
Adicionalmente, demandan una regulación más clara para el sector de alquileres turísticos y una mayor protección de la propiedad pública en el sector vivienda, para prevenir la especulación con recursos europeos y fortalecer los derechos de los inquilinos frente a propuestas de recorte por parte del PPE, según concluyó Homs.