En Filipinas, las recientes protestas dirigidas a combatir la corrupción en las entidades gubernamentales han culminado con la detención de 216 individuos. Durante estas manifestaciones, el gobierno ha reportado incidentes violentos. Por su parte, el ministro de Interior, Juanito Victor Remulla, ha expresado su decisión de imputar a los participantes en los desórdenes.
“La protesta era por un país mejor, no por la anarquía, y estas personas son anarquistas”, afirmó Remulla durante una declaración televisada que ha recogido el diario ‘Manila Times’, haciendo una comparación entre las protestas en Filipinas y eventos similares en Nepal e Indonesia.
Remulla ha asegurado que, aunque la policía se abstuvo de usar armas de fuego, incluso los menores arrestados podrían ser acusados, si bien recibirían apoyo del Departamento de Bienestar Social y Desarrollo en sus procesos judiciales.
Este repunte de activismo ocurre después de que, solo en Manila, aproximadamente 50.000 personas respondieran al llamado de grupos universitarios y activistas, según reportes del ‘The Philippine Star’. Este evento marca un hito en la movilización ciudadana contra la corrupción desde que Ferdinand Marcos Jr. asumió la presidencia en julio pasado.











