Más de una treintena de personas han perdido la vida en la reciente escalada de enfrentamientos entre Tailandia y Camboya. Según han informado este lunes las autoridades de ambos países, del lado tailandés se contabilizan 17 fallecidos —14 militares y tres civiles—, mientras que Camboya ha confirmado la muerte de 15 personas.
El ministro de Información camboyano, Neth Phreaktra, ha explicado que el balance continúa aumentando después de que las fuerzas tailandesas hayan seguido atacando territorio camboyano pese al alto el fuego anunciado la jornada anterior por el presidente estadounidense, Donald Trump.
En total, ha señalado que otras 73 personas han resultado heridas en esta ofensiva, de la que Nom Pen responsabiliza directamente a Tailandia. El Gobierno camboyano acusa a su vecino de impulsar una operación que, según su versión, busca «desactivar las capacidades militares» de Camboya.
El Ejército tailandés, por su parte, ha informado de que 14 de sus soldados han muerto desde el inicio de los combates hace una semana, y ha precisado que solo en las últimas 24 horas han fallecido cuatro militares en los choques registrados en la zona fronteriza.
Mientras, el Ministerio de Defensa de Camboya ha advertido de que están «respondiendo» a los últimos ataques tailandeses mediante el «uso legítimo de la fuerza para defender su soberanía» frente a los «invasores, que se ven incapaces de ocupar el territorio camboyano».
Los incidentes en la frontera se desencadenaron el lunes pasado, cuando Tailandia bombardeó posiciones camboyanas tras denunciar la muerte de uno de sus soldados a manos de las tropas del país vecino. Desde entonces, se han sucedido nuevos ataques a ambos lados de la línea limítrofe, incluso después de que Trump anunciara un acuerdo para el cese de los enfrentamientos.










