Más de 300 individuos han perdido la vida y alrededor de 150 han sufrido lesiones en el norte de Pakistán a causa de las recientes inundaciones y precipitaciones intensas, con un pronóstico extendido por las autoridades locales hasta el jueves 21 de agosto.
La Autoridad Provincial de Gestión de Desastres (PDMA) ha actualizado la cifra este domingo a 323 fallecidos, incluyendo 273 hombres, 29 mujeres y 21 niños, en diversas localidades de la provincia paquistaní de Jaiber Pajtunjuá, en el noroeste del país, donde Buner es el municipio más golpeado con 209 muertes contabilizadas hasta ahora.
Además, el organismo ha registrado 156 heridos, compuestos por 123 hombres, 23 mujeres y 10 niños, en un reporte que también ha documentado daños en 336 viviendas en la región, con un centenar completamente destruidas.
Las autoridades paquistaníes han alertado sobre condiciones meteorológicas severas, anticipando tres nuevas temporadas de lluvias monzónicas y un aumento estimado de un 50 por ciento en su intensidad, según reportes de la cadena SAMAA.
Frente a esta crisis, las autoridades locales han dispuesto el envío de 89 camiones cargados con ayuda humanitaria y suministros esenciales como tiendas de campaña, colchones y generadores eléctricos a las áreas más afectadas por las inundaciones y las fuertes precipitaciones.
António Guterres, el secretario general de la ONU, ha expresado su «profundo pesar por la trágica pérdida de vidas» ante las inundaciones en Pakistán e India.
«El secretario general ofrece sus sinceras condolencias a las familias de las víctimas y se solidariza con los afectados por este desastre», informó su portavoz, Stéphane Dujarric, añadiendo que los equipos de Naciones Unidas en ambos países «están a disposición» para asistir a los gobiernos en lo necesario.