Este martes, el gobierno de Irán informó que durante el ataque israelí del 23 de junio a la prisión de Evin, ubicada en Teherán, 75 prisioneros se ausentaron del lugar, de los cuales 27 aún no han sido recapturados, «abandonaron por su seguridad» el establecimiento en medio del bombardeo que acabó con la vida de más de medio centenar de personas.
Asghar Jahangir, vocero de la Judicatura, en una conferencia de prensa retransmitida por la agencia iraní Mizan, afirmó: «Durante este ataque sin precedentes, que violó todos los protocolos internacionales -algo nunca visto ni siquiera durante las guerras-, algunos reclusos abandonaron la prisión por su seguridad. Esto no puede calificarse estrictamente como fuga». Jahangir añadió que de los prisioneros que se ausentaron, «algunos regresaron voluntariamente sin ser perseguidos legalmente una vez que las condiciones se estabilizaron», mientras que «otros han sido identificados y están siendo detenidos».
«Hasta ahora, 48 han regresado o han sido detenidos», comunicó el portavoz, quien también hizo un llamado a los 27 fugados restantes: «si no se entregan, sin duda serán detenidos en los próximos días». Además, Jahangir clarificó que ninguno de los fugados era «espía, preso por motivos de seguridad o delincuente grave», sino prisioneros «de bajo riesgo con condenas de prisión abierta».
Amnistía Internacional, por su parte, ha solicitado una investigación de los ataques como posibles crímenes de guerra, destacando que el bombardeo ocurrió durante el horario de visitas, con «muchas partes de la prisión estaban atestadas de civiles» y estimando que en el momento del ataque, entre 1.500 y 2.000 personas estaban encarceladas en Evin, incluyendo detenidos arbitrariamente.
El ataque dejó un saldo de 57 civiles muertos, incluyendo a cinco trabajadoras sociales, trece jóvenes en servicio nacional obligatorio y 36 miembros del personal penitenciario. Los medios también reportaron once fallecidos más en un bombardeo sobre el edificio administrativo.
Israel lanzó una ofensiva militar el 13 de junio, seguido por ataques de Irán con misiles y drones. Estados Unidos se sumó con bombardeos a instalaciones nucleares iraníes el 22 de junio. Un alto el fuego está en vigor desde el 24 de junio. Los enfrentamientos han causado más de mil muertes en Irán y 30 en Israel.
Israel justificó su ofensiva como una medida contra el alegado programa de armamento nuclear de Irán, en un contexto de tensiones renovadas tras la cancelación unilateral del acuerdo nuclear de 2015 por parte de Donald Trump en 2018.











