El miércoles, la ONU ha emitido una acusación severa contra Israel por su continuo avance en la ocupación de Gaza, señalando que desde el 8 de agosto, fecha en la que Benjamin Netanyahu anunció su estrategia para controlar el núcleo urbano más grande del enclave, se han registrado más de 50 ataques a edificaciones y áreas completas, resultando en la muerte de aproximadamente un centenar de palestinos.
Según un comunicado de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, las Fuerzas de Defensa de Israel han realizado 54 ataques contra edificios residenciales y barrios completos en la ciudad de Gaza, ocasionando la muerte de al menos 87 personas, incluyendo 25 niños, 24 hombres y 12 mujeres. Familias enteras han perdido la vida en estos ataques, y ha habido también agresiones a refugios para desplazados, como tiendas de campaña y escuelas, matando a al menos 14 palestinos.
El Alto Comisionado ha denunciado la destrucción sistemática de Gaza, destacando los intensos bombardeos en áreas del este y sur, especialmente en Zeitún, donde se ha reportado un alto número de víctimas civiles y destrucción masiva. Muchas familias, incluyendo niños y personas con discapacidad, se han visto forzadas a huir, mientras otras permanecen atrapadas sin acceso a necesidades básicas como alimentos, agua y medicamentos.
La oficina ha recordado a Israel que, como potencia ocupante, no debería destruir bienes civiles a menos que sea absolutamente necesario por operaciones militares. Además, ha reiterado que los desplazamientos forzados no cumplen con los requisitos del Derecho Internacional Humanitario y ha alertado sobre graves violaciones del Cuarto Convenio de Ginebra. En vista del riesgo de una crisis humanitaria sin precedentes, se ha instado a los Estados partes de los Convenios de Ginebra a presionar a Israel para detener estas acciones.
















