El presidente de transición en Siria, quien además lidera el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), Ahmed al Shara, se ha autodefinido como ‘la mayor víctima’ de las acciones perpetradas por Estado Islámico, organización con la cual tuvo vínculos previos y de la cual se distanció antes de liderar un ataque decisivo desde Idlib que derrocó al gobierno de Bashar al Assad en diciembre de 2024.
En una reciente rueda de prensa, Al Shara declaró que ‘miles’ de sus seguidores cayeron en enfrentamientos en Siria contra Estado Islámico, grupo acusado de cometer innumerables crímenes de guerra y que sigue ejecutando atentados en la zona. Reiteró su distanciamiento de este grupo extremista, y enfatizó que ‘todas las ideologías nacionalistas e islamistas han fracasado en la región’.
Asimismo, afirmó no tener vínculos con los Hermanos Musulmanes y justificó su participación en Irak contra las fuerzas estadounidenses durante la invasión, como parte de Al Qaeda en Irak (AQI), precursor de Estado Islámico, en una lucha contra la ‘ocupación’ de dicho país. ‘Fuimos a Irak a combatir la ocupación estadounidense, contra la que luchaban todos los iraquíes, pero lo raro es que los iraquíes terminaron siendo muyahidín y nosotros, que hicimos lo mismo, fuimos considerados terroristas’, reportó el diario kuwaití ‘An Nahar’.
Al Shara subrayó que ‘Siria se construye sobre la tolerancia, no sobre la venganza, ya sea a nivel interno o contra las fuerzas que interfirieron en los asuntos sirios’, y descartó cualquier esfuerzo de ‘partición’ del país. Adicionalmente, mencionó que la solución al conflicto no es militar, sino que requiere de un ‘enfriamiento de la situación para preparar el final (del problema) a través de un acuerdo mutuo y en el marco de la unidad del territorio sirio’.
Destacó también que un posible acuerdo con Israel para la normalización de relaciones aún no es factible, dado que las fuerzas israelíes ocupan parte de Siria. Comparó esta situación con los países que firmaron los ‘Acuerdos de Abraham’ en 2020, que no están ocupados por Israel, y afirmó que cualquier negociación con Israel debe incluir la devolución de los Altos del Golán como paso hacia la paz ‘permanente’.
Tras ser liberado de una cárcel estadounidense en 2005, Al Golani fue enviado por Abú Bakr al Baghdadi a Siria para liderar el Frente al Nusra. Aunque inicialmente ligado a Estado Islámico, se distanció de este y de Al Qaeda, renombrando su grupo a HTS. Desde su posición dominante en Idlib, lideró el derrocamiento de Al Assad en 2024 y fue nombrado presidente de transición, intentando moderar su imagen para obtener apoyo internacional y facilitar la reconstrucción del país tras catorce años de conflicto.














