Israel ha expresado su firme oposición a la declaración de hambruna en la gobernación de Gaza, anunciada este viernes por la ONU, argumentando que se fundamenta en informaciones erróneas y que «no refleja la realidad sobre el terreno».
Las autoridades israelíes han estado desacreditando las acusaciones de la ONU y de organizaciones internacionales sobre los severos impactos de su bloqueo en Gaza, intensificado tras la ruptura del cese al fuego el 18 de marzo.
La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC), con el respaldo de Naciones Unidas, ha categorizado a Gaza en la fase 5, indicativa de una severa falta de acceso a alimentos y agua, desplazamientos masivos y elevadas tasas de mortalidad.
En reacción, el primer ministro Benjamin Netanyahu ha descrito el reporte como «mentira descarada» y ha reiterado que su política es «prevenir la hambruna» permitiendo el ingreso de ayuda humanitaria.
«Como todos los informes anteriores de la IPC, este ignora los esfuerzos humanitarios de Israel y el robo sistemático de Hamás. Hamás roba la ayuda para financiar su maquinaria de guerra», afirmó Netanyahu, denunciando este «libelo de sangre moderno» y destacando que «refutar mentiras siempre lleva más tiempo que inventarlas».
«La IPC debe poner fin a su doble moral contra el Estado judío», agregó el primer ministro.
El Ministerio de Exteriores de Israel criticó en redes sociales que en otros lugares como Somalia o Sudán, la hambruna se declara con un nivel de desnutrición del 30%, mientras que para Gaza se ha bajado a 15% basándose en datos no confiables. «No han encontrado hambruna, así que han creado una», señaló el ministerio en la red social X.
La IPC defendió la validez de sus criterios, explicando que el uso del 30% se basa en la relación entre peso y altura y, al no poder emplear estos datos en Gaza, optaron por medir la circunferencia del brazo.
Por su parte, la COGAT indicó que el reporte «ignora deliberadamente los datos proporcionados a sus autores antes de su publicación y pasa por alto los esfuerzos de las últimas semanas para estabilizar la situación humanitaria en Gaza», según su comunicado en X.
Ghassan Alian, jefe de la COGAT, insistió que la declaración de la ONU se basa en «fuentes parciales y poco fiables, muchas de ellas afiliadas a Hamás», y que «ignora descaradamente los hechos y los amplios esfuerzos humanitarios liderados por el Estado de Israel y sus socios internacionales».
«Esperamos que la comunidad internacional actúe con responsabilidad y no se deje llevar por narrativas falsas y propaganda infundada, sino que examine los datos completos y los hechos sobre el terreno», concluyó.











