António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha expresado su condena por la captura ‘abritraria’ de al menos nueve trabajadores de la organización a manos de los insurgentes hutíes en Yemen. Este incidente ocurre un mes después de que otros veinte empleados fueran retenidos durante un ataque a instalaciones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y otras entidades en regiones controladas por los rebeldes en el norte del país.
‘Recientemente, las autoridades de facto hutíes detuvieron a nueve funcionarios de la ONU más, lo que eleva el número total de funcionarios de la ONU detenidos arbitrariamente a 53 desde 2021’, informó Stéphane Dujarric, portavoz de la ONU.
Guterres ha condenado ‘enérgicamente’ estos actos, así como la ‘continua confiscación ilegal’ de propiedades y bienes de la ONU, argumentando que estas acciones ‘obstaculizan (su) capacidad para operar y prestar asistencia esencial’ en Yemen, país que sufre una severa crisis humanitaria debido a un conflicto que comenzó hace una década.
‘El secretario general sigue profundamente preocupado por la seguridad del personal de Naciones Unidas en Yemen’, añadió Dujarric, haciendo un llamado ‘urgente’ para que todos los trabajadores de la ONU, ONGs y misiones diplomáticas secuestrados sean liberados ‘inmediata e incondicionalmente’. ‘Deben ser respetados y protegidos de conformidad con el Derecho Internacional aplicable’, enfatizó.
En este contexto, Guterres ha reafirmado la importancia de que el personal de la ONU pueda realizar su trabajo ‘con independencia y sin trabas’ y ha asegurado que continuarán ‘trabajando incansablemente (…) para garantizar la liberación segura e inmediata de todo el personal detenido arbitrariamente, así como la devolución de las oficinas y otros bienes de las agencias de la ONU’.