En su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el ministro de Exteriores argelino, Ahmed Attaf, ha solicitado el fin de la ‘ocupación’ que Marruecos ejerce sobre el Sáhara Occidental desde 1975, a pesar de la resistencia del Frente Polisario y la existencia de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada por este último.
‘El tiempo puede prolongar el cumplimiento de la justicia, pero no cancela la justicia ni la legitimidad de una causa’, enfatizó Attaf, destacando el persistente derecho del pueblo saharaui a determinar su futuro de forma independiente.
Attaf insistió en que el Sáhara Occidental ‘continúa bajo ocupación según el Derecho Internacional’ y abogó por un proceso liderado por la ONU que incluya ‘negociaciones directas entre las partes enfrentadas’, refiriéndose a Marruecos y al Frente Polisario.
‘Esta solución debe ser creada y formulada por las dos partes en conflicto, no dictada ni impuesta por una de ellas ni por terceros’, señaló Attaf, añadiendo que cualquier acuerdo debe alinearse con las normas internacionales sobre descolonización y responsabilidad.
El apoyo reciente de España y Francia al plan de autonomía propuesto por Marruecos fue considerado una ‘traición’ por el Frente Polisario, recordando que España sigue siendo, de iure, la administradora del territorio. Tras la violación del alto el fuego en 2020 por parte de Marruecos, el Polisario declaró finalizado el acuerdo de paz.
Los desacuerdos en la elaboración del censo y la inclusión de colonos marroquíes han bloqueado la convocatoria de un referéndum de autodeterminación hasta la fecha. El Sáhara Occidental sigue figurando en la lista de territorios pendientes de descolonización de la ONU.