Las autoridades sirias han informado este domingo de la detención de al menos cinco individuos en el marco de una operación conjunta con la coalición internacional contra Estado Islámico, puesta en marcha tras el ataque en el que perdieron la vida tres ciudadanos estadounidenses, dos de ellos militares.
El Ministerio del Interior de Siria confirmó a la agencia estatal SANA la captura de “cinco sospechosos que fueron puestos inmediatamente bajo custodia para ser interrogados”, tras un dispositivo en el que participaron la Dirección General de Inteligencia y fuerzas de la coalición internacional.
El departamento subrayó que la intervención desarrollada en la zona de Palmira, en el este del país, fue “precisa y decisiva” y aprovechó para condenar el “cobarde” ataque, que atribuye a una célula de Estado Islámico contra una reunión de efectivos de Damasco y de la coalición internacional.
Asimismo, el Ministerio aseguró que “los ataques a las instituciones estatales no quedarán sin respuesta y que los servicios de seguridad poseen plena preparación y gran capacidad para atacar con puño de hierro a cualquiera que amenace la seguridad y estabilidad del país, y para perseguir a las organizaciones terroristas dondequiera que se encuentren”.
Según fuentes citadas por la cadena Syria TV, tres de los detenidos habrían sido arrestados durante una redada de aproximadamente dos horas en los barrios de Al Wasi y Al Yunhuriya, llevada a cabo por fuerzas de la coalición internacional liderada por Estados Unidos con el apoyo del Ejército sirio.
Por otro lado, el presidente sirio, Ahmed al Shara, trasladó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sus “condolencias” por la “tráfica” muerte de los dos soldados estadounidenses, en un mensaje difundido igualmente por SANA en el que recalcó que “Sira condena inequívocamente este atentado y reafirma su compromiso con la preservación de la estabilidad y la seguridad en Siria y en toda la región”.
En el ataque fallecieron, además de los dos militares, un tercer ciudadano estadounidense que trabajaba como traductor civil, así como el agresor, un miembro de las fuerzas de seguridad sirias “sin mando” y presuntamente “radicalizado”, según explicó el ministro de Seguridad Interior sirio, Nurredín al Baba.
“El atacante fue neutralizado y hay que subrayar que no tenía mando dentro de la Seguridad Interior y que no era escolta del comandante de Seguridad Interior, como dicen las informaciones inexactas difundidas”, declaró Al Baba en una entrevista con la televisión siria Al Ijbariya TV.
Al Baba añadió que la coalición internacional pondrá en marcha nuevos protocolos de seguridad en coordinación con las autoridades sirias en la región desértica y afirmó que ya se había advertido a las fuerzas estadounidenses del risego de posibles ataques de Estado Islámico.











