En Serbia, durante una tercera jornada de manifestaciones contra el gobierno, han sido arrestadas 38 personas tras repetirse disturbios y agresiones en múltiples localidades, incluyendo Belgrado, la capital del país.
El ejecutivo serbio ha señalado a los manifestantes de ejecutar ‘ataques brutales’ contra las fuerzas del orden. Ivica Dacic, ministro del Interior, indicó que ‘desde el inicio de las protestas, 127 policías han sufrido heridas, seis de ellos durante la noche del viernes’.
Recientemente, los ataques también han afectado a oficinas del Partido Progresista Serbio (SNS), a pesar de las declaraciones de Dacic que sugieren que los partidarios del SNS no han organizado actos contrarios en la calle como en ocasiones anteriores para enfrentar las protestas opositoras.
Ivica Dacic ha explicado que las demandas políticas son solo una ‘excusa’ para justificar los actos de vandalismo. Por su parte, el presidente Aleksandar Vucic, en una entrevista con la cadena RTS, ha denunciado lo que ve como intentos de usurpar el poder por la fuerza.
Vucic ha señalado la existencia de un complot orquestado por fuerzas externas, aunque ha asegurado que el estado siempre prevalecerá sobre cualquier grupo. Además, ha rechazado la posibilidad de un conflicto mayor.
El malestar social en Serbia se intensificó nuevamente el martes cuando seguidores del SNS atacaron a opositores en Vrbas y Backa Palanka. Sin embargo, este tipo de manifestaciones se ha vuelto un fenómeno constante desde noviembre, cuando el colapso de una estación en Novi Sad intensificó las críticas hacia el gobierno.