En recientes manifestaciones en Tel Aviv, donde se congregaron cientos de miles de personas, la Policía israelí ha reportado la detención de al menos seis individuos. Estas detenciones ocurrieron bajo acusaciones de alterar el orden público y enfrentamientos con las fuerzas del orden. Los manifestantes exigían que el Gobierno israelí priorizara la protección de los rehenes por encima de las operaciones en Gaza.
Según un comunicado policial difundido en Telegram, los detenidos durante la protesta ‘encendieron hogueras e intentaron entrar’ en la sede del partido Likud, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu. Además, se informó que ‘cientos’ de manifestantes violaron los cordones de seguridad y obstaculizaron importantes vías, enfrentándose con la policía y bloqueando las carreteras de Ayalon. A pesar de estos incidentes, la mayoría de los asistentes se dispersaron de manera pacífica y ordenada, permitiendo la reapertura de las vías al concluir las movilizaciones.
Más de 200,000 personas se reunieron en la ciudad durante una huelga nacional, solicitando a Netanyahu que considere primero la vida de los rehenes antes de iniciar una nueva ofensiva militar en Gaza. Tras disturbios matutinos y numerosas detenciones, las movilizaciones fueron lideradas por las familias afectadas y Yair Lapid, líder de la oposición, a pesar de las declaraciones de Netanyahu de no suspender la operación. La huelga, aunque informal, ha sido apoyada por diversas organizaciones y universidades, lo que refleja un fuerte rechazo a la estrategia del gobierno frente a la crisis de los rehenes, que se estima aún están vivos y en manos de milicias palestinas.
El Foro de las Familias de Rehenes ha ajustado las cifras de participación a medio millón en Tel Aviv, sumando un millón en todas las concentraciones nacionales, aunque estas cifras no han sido confirmadas oficialmente por las autoridades.