Recientemente, las fuerzas militares de Rusia han intensificado sus operaciones en Ucrania, lanzando un nuevo “ataque masivo” sobre objetivos energéticos. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha criticado duramente a su homólogo ruso, Vladimir Putin, acusándolo de “hacer oídos sordos a todo lo que dice el mundo” y ha solicitado un incremento en la “presión” internacional contra Rusia, incluyendo la provisión de armamento de largo alcance para Kiev.
Según un anuncio del Ministerio de Defensa ruso en Telegram, el ataque incluyó el uso de misiles y drones dirigidos a “instalaciones de infraestructura energética que apoya las operaciones del complejo militar-industrial de Ucrania”, describiéndolo como una represalia por “los ataques terroristas ucranianos contra objetivos civiles en Rusia”.
El Ministerio también reportó que sus defensas aéreas han neutralizado 278 drones ucranianos, seis bombas guiadas y un misil del sistema estadounidense HIMARS en las últimas 24 horas, aunque no proporcionaron detalles sobre víctimas o daños materiales.
Zelenski, por su parte, en un mensaje en la red social X, indicó que se han lanzado más de 300 drones y 37 misiles contra la población y estructuras civiles en varias provincias ucranianas, incluyendo un ataque significativo en Járkov que impactó “una infraestructura crítica y un departamento de los Servicios Estatales de Emergencia”, dejando varios heridos.
El presidente ucraniano denunció el uso de tácticas de “doble terror” por parte de Rusia, atacando con drones tipo ‘Shahed’ equipados con municiones de racimo y realizando bombardeos repetidos para dañar a los servicios de emergencia que intentan reparar las infraestructuras afectadas. Zelenski remarcó la necesidad de un lenguaje de “presión” que Putin pueda entender, refiriéndose a las sanciones y a la entrega de capacidades militares de largo alcance como posibles soluciones. Además, anticipó que discutiría estas cuestiones durante su próxima visita oficial a Washington.