Desde el Ministerio del Interior de Alemania se ha comunicado que, de enero a octubre del presente año, las repatriaciones efectuadas en el país han experimentado un incremento del 20% en comparación con el mismo periodo del año pasado, sumando un total de 19.538 personas. Esta cifra supone un aumento del 45% respecto al mismo lapso en 2023.
En una entrevista con ‘Bild am Sonntag’, Alexander Dobrindt, ministro del Interior, subrayó la importancia de la determinación en la política migratoria del país: “se trata de control, rumbo y claridad en la política migratoria, lo que también se aplica a las repatriaciones”. Dobrindt aseguró que “seguiremos este rumbo de forma consecuente y prepararemos las deportaciones a Siria y Afganistán”.
Al finalizar octubre, Dobrindt reveló que las conversaciones con el régimen talibán sobre las deportaciones a Afganistán estaban casi finalizadas, solo dos días después de que Alemania liderara una petición a la Unión Europea para acelerar los procesos de deportación de afganos sin permiso de residencia. Esto a pesar de las advertencias de la ONU sobre los graves riesgos que enfrentan al regresar a un país bajo el control de los talibanes.
Respecto a Siria, el canciller alemán Friedrich Merz declaró a principios de noviembre que “la guerra civil en Siria ha terminado. Ya no existen motivos para solicitar asilo en Alemania, lo que significa que podemos comenzar las repatriaciones”. Pocos días después, un tribunal de Dusseldorf autorizó la deportación de dos hombres sirios, determinando que ya no enfrentan un peligro significativo en su país, donde el régimen de Bashar al Assad cayó hace casi un año.









