Este jueves, la Casa Blanca ha confirmado que ha mantenido un diálogo equitativo con Rusia y Ucrania en relación al plan de Washington destinado a zanjar el conflicto iniciado en febrero de 2022, plan que ha sido elaborado “durante el último mes”.
En una rueda de prensa, Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, ha explicado que el enviado especial de EE.UU., Steve Witkoff, y el secretario de Estado, Marco Rubio, han dialogado con representantes de ambos países para “comprender a qué se comprometerían” en busca de “lograr una paz duradera”.
“Hemos estado manteniendo conversaciones constructivas con ambas partes con respecto a poner fin a esta guerra”, ha insistido Leavitt, destacando que “es un buen plan tanto para Rusia como para Ucrania” y que “debería ser aceptable” para ambas partes.
Leavitt ha subrayado que la administración de Donald Trump está “trabajando arduamente para que se concrete”. “Sé que hay muchas críticas y muchos escépticos, pero quisiera recordarles el éxito histórico que el presidente y su equipo lograron en Oriente Próximo. Creemos que es posible lograrlo con Rusia y Ucrania”, ha afirmado.
Adicionalmente, Leavitt ha informado de que el secretario del Ejército estadounidense, Dan Driscoll, se mostró “muy optimista” tras encontrarse con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien poco antes confirmó que había recibido el mencionado plan.
Por su parte, el gobierno ucraniano ha declarado en un comunicado que “se ha acordado trabajar sobre los puntos del plan de forma que permita un fin digno a la guerra”. “Ucrania ha estado esforzándose por la paz desde los primeros segundos de la invasión ucraniana y apoyamos cualquier propuesta significativa que pueda acercar una paz real”, han enfatizado.
Algunas cláusulas del plan son particularmente delicadas, como aquellas que sugieren ceder a Rusia gran parte de la región oriental del Donbás, ya ampliamente ocupada por las tropas rusas, y la reducción significativa del tamaño y capacidades de las Fuerzas Armadas ucranianas.










