La representante de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, ha admitido que al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «no le ha gustado» el bombardeo ruso que ha dejado este jueves 19 víctimas mortales en Kiev, aunque también ha mencionado que «no le sorprende», en una declaración donde ha instado «a las dos partes» a tomar iniciativas.
«Hay dos países que llevan en guerra mucho tiempo. Rusia lanzó este ataque sobre Kiev y, del otro lado, Ucrania atacó recientemente refinerías de petróleo rusas», explicó Leavitt, durante una conferencia de prensa donde confirmó que Trump sigue atento a la evolución de un conflicto «al que quiere poner fin».
Trump se ha propuesto como mediador para intentar reunir a los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Ucrania, Volodimir Zelenski, aunque no se han visto progresos significativos para la cumbre de líderes que se pensaba concretar hace una semana y media.
«Quizás las dos partes de esta guerra no están dispuestas a terminarla. El presidente quiere acabar (con el conflicto), pero los líderes de los dos países también necesitan hacer que acabe», añadió Leavitt, apuntando de nuevo parte de la responsabilidad hacia el lado ucraniano.
















