Este viernes, el gobierno de China ha expresado una enérgica condena por el asesinato de tres de sus nacionales, ocurrido el miércoles mediante un ataque de dron proveniente de Afganistán contra la localidad de Shamsiddin-Shohin en Tayikistán, próxima a la frontera compartida.
La representación diplomática china ha descrito el suceso como “un grave acto criminal” y ha extendido sus condolencias a los allegados de las víctimas, implementando su protocolo de emergencias para gestionar la crisis.
La Embajada ha exigido que las autoridades de Tayikistán lleven a cabo una investigación a fondo para procesar a los culpables y ha instado a tomar “medidas efectivas” para proteger a los ciudadanos y proyectos chinos en su suelo.
Además, ha recomendado a los ciudadanos chinos evitar desplazamientos a las áreas cercanas a la frontera afgana y ha pedido a los residentes que evacuen la zona “lo antes posible”, según ha publicado el ‘Global Times’.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores de Tayikistán, sin señalar a un culpable directo, comunicó el jueves que el ataque afectó a un campamento de la empresa china LLC Shohin SM en la región de Jatlon.
Las autoridades talibanas de Afganistán, desde su toma de poder en 2021, han ofrecido sus condolencias a Tayikistán y China por el “lamentable incidente”, reprobando firmemente los hechos. “Las partes implicadas en este incidente son aquellas que intentan sembrar el caos y desestabilizar la región para fomentar la desconfianza entre las naciones”, afirmó Hafiz Zia Ahmad, portavoz del Ministerio de Exteriores afgano, en un comunicado en su cuenta en X.
Afganistán ha mostrado su disposición a cooperar con Tayikistán, “incluido el intercambio de información y la cooperación técnica”, para aclarar los detalles del ataque. “El Emirato Islámico de Afganistán renueva sus condolencias y simpatía a las familias de las víctimas, expresando su solidaridad y compasión con ellas”, concluyó.











