La Comisión Europea ha comenzado a ‘evaluar las modalidades concretas’ del nuevo pacto entre Francia y Reino Unido sobre el intercambio de migrantes que atraviesan irregularmente el Canal de la Mancha, con el objetivo de asegurar que se ajusta a la legislación de la Unión Europea.
‘Seguimos trabajando con Francia y Reino Unido, al igual que con otros Estados miembro, para apoyar soluciones que sean compatibles con el espíritu y la letra del Derecho de la UE’, declaró Markus Lammert, portavoz comunitario de Interior y Migración, durante una conferencia de prensa.
Bruselas ha solicitado más información a Londres y París sobre este acuerdo, tras recibir en junio una misiva de preocupación de España y los países del Med5 (Italia, Grecia, Malta y Chipre) acerca de las negociaciones bilaterales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro británico, Keir Starmer, revelaron un proyecto piloto basado en el principio de ‘uno por uno’, en el cual Francia aceptará el retorno de un migrante irregular a cambio de que el Reino Unido reciba a un solicitante de asilo. ‘El acuerdo será sometido primero al escrutinio de la Comisión Europea y de los Estados miembro antes de su firma’, aseguró Macron en Londres.
‘Estamos al tanto del anuncio de Reino Unido y Francia’, continuó Lammert, quien explicó que por ahora solo cuentan con detalles preliminares (‘tenemos un anuncio y un acuerdo político de principios para un proyecto piloto’) y que emitirán una opinión más detallada cuando tengan mayor información sobre lo anunciado.
‘Lo examinaremos junto a Reino Unido y Francia, trabajaremos con todas las partes implicadas’, concluyó el portavoz, destacando además la preocupación de Bruselas por el ‘aumento’ de cruces irregulares y la necesidad de una ‘respuesta robusta’ para abordar estos tránsitos ‘peligrosos’ desde las fronteras exteriores de la UE.
Al recibir la carta de los países del Med5 en junio, la Comisión también destacó la urgencia de que todos los estados miembros apliquen el Pacto de Migración y Asilo y respeten las reglas vigentes, especialmente las normas de Dublín, pero dejó sin responder si el acuerdo bilateral es coherente con el marco del nuevo pacto migratorio.











