El Gobierno costarricense ha hecho un llamado a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, este sábado para que se suspendan temporalmente los aranceles que fueron anunciados el pasado jueves y que establecen un mínimo global del 10 por ciento. Esta solicitud se realiza mientras se mantienen activas las discusiones sobre estos impuestos, buscando aliviar la inquietud de los exportadores de Costa Rica y elaborar un plan que les permita enfrentar este ‘reto’.
‘Costa Rica, al igual que otras 184 naciones del mundo, se ve afectada por la reciente decisión del Gobierno de EEUU de imponer aranceles a los bienes exportados a ese mercado. Si bien el arancel del 10 por ciento correspondiente a nuestras exportaciones es el mínimo, somos conscientes de las preocupaciones que le genera a nuestro sector exportador’, expresó el ministro de Comercio Exterior del país, Manuel Tovar, en un comunicado donde hizo un llamado a ‘la confianza y la serenidad’ de sus ‘socios’ norteamericanos ‘durante este espacio de diálogo positivo’.
Desde Comercio Exterior han pedido a las autoridades estadounidenses ‘una pausa en la implementación del incremento arancelario mientras continúan las negociaciones correspondientes’, permitiendo que el equipo ministerial facilite a los representantes del sector productivo y exportador toda la información sobre ‘alcance y origen de la medida adoptada por Estados Unidos’.
Por otro lado, el Ejecutivo de Costa Rica ha asegurado que seguirá esforzándose en defender los intereses nacionales, mitigar los impactos de esta decisión y proteger la competitividad de sus exportaciones.
En concordancia, Tovar mencionó que, en respuesta a una petición de la Presidencia, su equipo ya está analizando el contenido y alcance de la resolución adoptada por Trump, además de coordinar ‘una estrategia para atender este reto y procurar restablecer las condiciones de mercado previas’ a la misma.
Para este propósito, Costa Rica ha iniciado ‘acciones puntuales’ como la formación de un equipo interinstitucional de alto nivel, la apertura de canales de diálogo con el sector exportador, la intensificación ‘de manera muy constructiva’ de las conversaciones con EEUU, y la diversificación de mercados ‘con el fin de promover una mayor inserción de nuestra economía en el mundo’.
‘Tal es el caso de los acuerdos con Ecuador, los Emiratos Árabes Unidos, las negociaciones en curso con Israel, así como las discusiones para sumarnos al acuerdo transpacífico CPTPP, por citar algunos’, ejemplificó el ministro.
Este reclamo se presenta después de que Donald Trump anunciase este jueves la imposición de nuevos aranceles a decenas de socios comerciales que incluyen un mínimo global del 10 por ciento y gravámenes a partir del 15 por ciento para aquellos países que tengan superávit comercial con el país norteamericano.
Así lo declaró en una orden ejecutiva que mantiene sin apenas cambios las tasas básicas para muchos de los socios comerciales. El texto, difundido por la Casa Blanca, incluye una lista de casi 70 países, además de la Unión Europea, a los que se aplicarán aranceles específicos que oscilan entre el mínimo de 10 y el 41 por ciento, como es el caso de Siria. Aquellos estados que no figuren en el listado tendrán un gravamen predeterminado del 10 por ciento.
Los aranceles entrarán en vigor –salvo excepciones– el próximo 7 de agosto, según se lee en el decreto firmado por Trump pocas horas antes de la fecha límite original del 1 de agosto.