Este martes, la Fiscalía de París ha formalizado cargos contra cuatro personas de origen francés, franco-ruso y ruso, tres de las cuales han sido enviadas a prisión preventiva bajo acusaciones que podrían resultar en condenas de entre 20 y 45 años. Estas personas están implicadas en una operación de espionaje, con cargos que para los franceses incluyen el delito de espionaje.
Fuentes judiciales han revelado a Europa Press los pormenores de este caso, que se inició tras un informe de la Dirección General de Seguridad Interior de Francia, que a comienzos de año detectó actividades sospechosas de la franco-rusa ‘Anna N.’, líder de la asociación SOS Donbás. Se le atribuye haber intentado extraer información de interés económico de Francia a través de contactos con ejecutivos de empresas locales.
Meses después, se asoció a Anna N. con la instalación de carteles en sitios emblemáticos como el Arco del Triunfo, con inscripciones que decían ‘Da las gracias al soldado soviético vencedor’. Anna N., nacida en Rusia en febrero de 1985, ha sido acusada de complicidad en la degradación de bienes catalogados, recopilación de información sobre los intereses nacionales y espionaje, delitos que favorecen a ‘una potencia extranjera’, además de por asociación ilícita para delinquir, el mismo cargo que enfrentan los otros tres implicados.
Además de Anna, se ha acusado a Vincent P., de 63 años, y al ruso Viacheslav P., de los mismos delitos excepto la degradación de bienes. Viacheslav ha sido señalado como el responsable de colocar los carteles en el Arco del Triunfo. Por otra parte, Bernard F., de 58 años, también galo, ha sido imputado por colaboración con una potencia extranjera y por asociación ilícita, aunque no ha sido recluido en prisión preventiva, sino que se encuentra bajo control judicial con restricciones específicas.
La organización SOS Donbás, fundada por ‘Anna Novikova’, se promociona como una entidad humanitaria que coordina esfuerzos como la recaudación de fondos para ayudar a los civiles en el este de Ucrania, región parcialmente controlada por autoridades prorrusas tras las anexiones de 2022.











