El ejecutivo de Cuba ha negado recientemente su involucración en el conflicto bélico en Ucrania, en respuesta a las acusaciones propagadas por medios que, según ellos, están influenciados por Estados Unidos.
“El Gobierno de la República de Cuba rechaza las imputaciones mendaces que el gobierno de Estados Unidos está difundiendo sobre una supuesta participación de Cuba en el conflicto militar en Ucrania”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba mediante un comunicado oficial.
Se ha calificado dicha acusación de “calumniosa”, destacando su aparición en 2023 en ciertos medios sin presentar pruebas concretas, cumpliendo aparentemente objetivos específicos predeterminados.
“El Gobierno cubano ratifica categóricamente que Cuba no forma parte del conflicto armado en Ucrania, ni tampoco participa con efectivos militares allí, ni en ningún otro país”, se enfatizó desde el gobierno.
CONDENAS POR ‘MERCENARISMO’
El gobierno cubano también ha admitido no tener información detallada sobre ciudadanos cubanos que podrían estar involucrados individualmente en las fuerzas militares de ambos lados del conflicto. “Lo que es irrefutable es que ninguno de ellos cuenta con el estímulo, el compromiso o el consentimiento del Estado cubano para sus acciones”, se puntualizó.
Cuba ha reiterado su política de ‘tolerancia cero al mercenarismo’, la trata de personas y la implicación de sus ciudadanos en conflictos armados en el extranjero, delitos que están fuertemente penalizados en Cuba.
“El 4 de septiembre de 2023, tras detectar la presencia de cubanos en el conflicto de Ucrania, se tomaron medidas para cesar el reclutamiento en el país y se iniciaron procesos judiciales al respecto”, se detalló. Hasta la fecha, se han llevado a cabo nueve procesos penales por mercenarismo contra 40 acusados, con sentencias ya emitidas en cinco de ellos, imponiendo penas de entre 5 y 14 años de cárcel.
Finalmente, desde La Habana se ha señalado que el reclutamiento de cubanos se ha hecho mayoritariamente desde el extranjero por organizaciones no vinculadas con el gobierno cubano, afectando a ciudadanos que residen o están de forma temporal en otros países, una situación que se repite con múltiples nacionalidades en el contexto del conflicto ucraniano.