Mañana, los dirigentes de la Unión Europea se congregarán en Copenhague para una cumbre informal, centrada en intensificar la capacidad defensiva de la región ante las amenazas de Rusia, especialmente tras los recientes ataques con drones en territorio de la Unión; sin obviar la importancia de persistir en el respaldo financiero y militar hacia Ucrania y su integración europea.
En este encuentro, que se prolongará hasta el jueves con la cumbre de la Comunidad Política Europea excluyendo a Rusia y Bielorrusia, se debatirán las últimas propuestas de Bruselas previo al Consejo Europeo a finales de mes, donde se anticipan decisiones significativas.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya ha distribuido un documento preliminar que ayudará a los 27 líderes a establecer en la cumbre de Bruselas una ‘hoja de ruta’ para asegurar la preparación defensiva del bloque para 2030. Entre las medidas propuestas destaca la creación de un muro antidrones para contrarrestar las recientes incursiones rusas, como parte del proyecto ‘Centinela Oriental’ que busca reforzar el flanco este de la UE por tierra, mar y aire.
Además de estas iniciativas, en la cumbre se discutirá el uso de los activos rusos congelados para otorgar un préstamo de 140.000 millones de euros a Ucrania, una medida respaldada por Friedrich Merz, aunque algunos países expresan reservas debido a implicaciones legales. También se debatirá la preparación del decimonoveno paquete de sanciones y una propuesta de António Costa para reformar el procedimiento de adhesión de nuevos miembros a la UE, buscando agilizar las negociaciones con Ucrania.