Las autoridades polacas han detenido a un tercer implicado, acusado de colaborar con los dos principales sospechosos ya arrestados por sabotear el sistema ferroviario del país, un suceso que el gobierno de Varsovia ha atribuido a intervenciones externas de Rusia.
El portavoz de la Fiscalía, Przemyslaw Nowak, informó este lunes que el ciudadano ucraniano Volodimir B. fue capturado el 20 de noviembre por las fuerzas de seguridad, acusado de “actuar para la Inteligencia rusa y de prestar ayuda a los autores directos” de los sabotajes en las localidades de Mika y Golab, sureste de Varsovia.
Según la investigación, Volodimir B. facilitó la planificación y ejecución de los ataques del 15 y 16 de noviembre, incluyendo el transporte de Yevhenii I., uno de los acusados, para explorar el terreno y seleccionar puntos estratégicos donde colocar los explosivos y otros elementos disruptivos en las vías.
“La investigación continúa. Se están realizando intensos esfuerzos para identificar a todas las demás personas que participaron de alguna manera en la ordenación, planificación, organización o ejecución de los sabotajes mencionados”, añadió la Fiscalía.
Las autoridades han constituido un equipo especial para las investigaciones, que incluye fiscales del voivodato de Mazovia y agentes de la Agencia de Seguridad Interior y de la Oficina Central de Investigaciones de la Policía.
Ya se han formulado cargos contra los dos principales responsables del sabotaje, Oleksandr K. y Yevhenii I., por actos que buscaban “intimidar e influir en la opinión pública, así como socavar la seguridad, desestabilizar el orden público y aumentar la sensación de inseguridad entre la población”.
Los daños causados por estos actos incluyen la detonación de explosivos bajo un tren de mercancías en Mika y la instalación de elementos metálicos en las vías en Golab, lo que provocó daños significativos en la infraestructura ferroviaria.
Tras los eventos, los sospechosos huyeron hacia Bielorrusia, y según las autoridades de Minsk, se está colaborando con Polonia para localizar a los fugitivos “en línea con el espíritu de asociación y buena vecindad”.
En respuesta a estos incidentes, el ministro de Asuntos Exteriores polaco, Radoslaw Sikorski, anunció medidas de represalia, incluyendo restricciones de movimiento para el personal diplomático ruso en Mazovia y el cierre del último consulado operativo de Rusia en Gdansk.











