Este miércoles, la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, ha emitido disculpas oficiales a miles de mujeres inuit que fueron obligadas a emplear métodos anticonceptivos, muchas veces sin su aprobación, como parte de un esfuerzo por regular la tasa de natalidad en Groenlandia en los años 60 y 70.
«No podemos cambiar lo sucedido, pero sí podemos asumir la responsabilidad. Por lo tanto, en nombre de Dinamarca, quisiera decir: Lo siento», destacó Frederiksen en un mensaje donde se disculpó con las mujeres de Groenlandia afectadas por esta «discriminación sistemática» y los «daños físicos y psicológicos» que padecieron en aquel tiempo.
Frederiksen, quien admitió que muchas mujeres «fueron sometidas a abusos por parte del sistema de salud danés», también declaró que Dinamarca es «responsable» de que los ciudadanos de Groenlandia «hayan sido tratados sistemáticamente de forma diferente» en comparación con los daneses.
El primer ministro de Groenlandia, Jens-Frederik Nielsen, también ha pedido disculpas públicamente a las afectadas y ha prometido facilitar compensaciones a quienes las soliciten.
Aproximadamente 150 mujeres demandaron al Estado en 2024, reclamando que se les implantó un dispositivo intrauterino sin su consentimiento en los años 60 y solicitaron una importante compensación por la infracción de sus derechos en un caso denominado Espiral.
En total, cerca de 4,500 mujeres y niñas experimentaron estas intervenciones hasta que Groenlandia tomó el control del sector sanitario en 1992. En septiembre de 2022, los gobiernos de Groenlandia y Dinamarca comenzaron una investigación sobre el asunto, cuyos resultados se esperan para septiembre.
Anteriormente, en marzo de 2022, Frederiksen ya había ofrecido disculpas a seis inuit en un acto en Copenhague por un experimento social de los años 50 que separó a niños de sus familias y los envió a Dinamarca para ser criados y asimilados por familias adoptivas danesas, en lo que se conoce como el caso de ‘Los pequeños dinamarqueses’.











