El gobierno de Estados Unidos ha asegurado que interpretará “cualquier ataque armado” contra Qatar como un peligro directo, tras los recientes bombardeos de Israel en Doha. Esta declaración forma parte de una serie de garantías de seguridad ofrecidas a Qatar como respuesta a los ataques a miembros de Hamás en septiembre.
El presidente Donald Trump ha establecido mediante una orden ejecutiva que “Estados Unidos considerará todo ataque armado contra el territorio, la soberanía o la infraestructura crítica del Estado de Qatar como una amenaza para la paz y la seguridad de Estados Unidos”, tal como figura en el documento divulgado por la Casa Blanca.
Esta orden ejecutiva también declara que, ante un ataque, EE.UU. está comprometido a tomar “todas las medidas legales y apropiadas”, incluso militares si es necesario, para proteger tanto los intereses de Estados Unidos como los de Qatar y restablecer la paz y estabilidad regional.
El documento enfatiza la necesidad de mantener una planificación de respuesta rápida y coordinada con Qatar y subraya la importancia de trabajar con otros socios y aliados para brindar apoyo adicional a Doha. Asimismo, indica que el secretario de Estado, Marco Rubio, continuará el diálogo con Qatar para la resolución de conflictos y mediación, reconociendo la “extensa experiencia” del país en estas áreas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar, Mayed al Ansari, expresó el martes que su gobierno está “satisfecho” con las garantías de seguridad proporcionadas por Washington y reiteró que la prioridad de Qatar es la soberanía y seguridad de su estado y ciudadanos. Además, mencionó que Qatar mantiene sus derechos legales respecto al bombardeo israelí, con posibles acciones ante la justicia internacional.
Netanyahu, por su parte, se disculpó el lunes con el primer ministro qatarí, Mohamed bin Abdulrahmán al Thani, por el ataque a la delegación de Hamás, que resultó en la muerte de seis personas.