Este martes en Tokio, funcionarios de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón se reunieron para discutir estrategias contra las ‘tácticas engañosas’ de informáticos de Corea del Norte. El simposio, que congregó a más de 130 individuos de sectores tanto públicos como privados, se convocó en respuesta a las acciones del régimen norcoreano que intenta colocar a sus ciudadanos en compañías internacionales, como acusó Washington en julio pasado.
‘Estas empresas suelen ser blanco de ataques de actores norcoreanos para generar ingresos mediante esquemas de trabajo ilícito en el ámbito de las tecnologías de la información (TI)’, alertó el Departamento de Estado en un comunicado, destacando que el evento, organizado en colaboración con Mandiant –una firma de ciberseguridad estadounidense y subsidiaria de Google–, permitió fortalecer las defensas colectivas.
Marco Rubio, al frente del Departamento, indicó que estos trabajadores dirigidos por Pyongyang ‘generan ingresos para los programas de armas de destrucción masiva (ADM) y misiles balísticos de Corea del Norte, violando las sanciones estadounidenses y múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU’.
Advirtió también sobre los peligros de la infiltración de estos individuos en empresas extranjeras, que podrían enfrentarse al robo de datos y activos confidenciales, daños a la reputación y riesgos legales, además de ser más susceptibles a ataques de ciberdelincuentes norcoreanos malintencionados.
‘Estados Unidos mantiene su compromiso de combatir las violaciones de las sanciones por parte de Corea del Norte y seguirá fortaleciendo la colaboración con Japón, la República de Corea y nuestros socios industriales para abordar esta amenaza’, afirmó. Recientemente, el Tesoro de EE.UU. impuso sanciones a un agente de la Inteligencia norcoreana y a diversas entidades, acusados de apoyar una red de ‘hackers’ vinculada con el régimen de Kim Jong Un.













